Es un honor ser invitado a escribir algunas opiniones personales en este aniversario, y más en estos tiempos. Gracias.Y muchas felicitaciones y reconocimiento por estos 19 años.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
19 años de Caras y Caretas que nos ubican entre crisis y crisis con ceros y dos para supersticiosos (2002/2020). Y en tanto, ganamos el gobierno por primera vez en la historia, gobernamos 15 años y ahora perdimos
Y en nuestra opinión, no solo fue una derrota electoral. El pueblo perdió más, y eso, a los que somos de izquierda, nos debe importar y doler más. Mucho más. Por el pueblo.
Destacando: llegamos al gobierno en los pasados 15 años. No al poder.
Tenemos un gobierno electo que debemos respetar e instituciones que defender. Pero mucha gente está mal, y opinamos que la democracia esta perdiendo calidad (esa democracia completa de las mejores del mundo que llegamos a tener, también gracias a la historia y a los gobiernos de nuestro Frente Amplio). Y también perdemos justicia social.
Este gobierno y la coalición, han hecho las cosas muy bien para sus intereses. Aprobaron en solo 9 meses, 1.200 artículos en la ley de Urgencia y en la de Presupuesto. Y además se preparan muy bien para la reforma de la seguridad social, la tercer gran ley que llevan adelante. Ante ello es muy importante la declaración unánime de la Mesa Política del Frente Amplio del pasado 11 de diciembre, pidiendo tiempo para un verdadero diálogo social, político e institucional, y tiempo de estudio de los temas, pensando en la gente y no sólo en que “cierren las cuentas”. Y valorando lo que avanzamos en los pasados 15 años, eso que nos quieren hacer olvidar y que quieren desarmar .
Y tienen una estrategia, tienen medios (y a los grandes medios de comunicación y usan bien las redes), tienen una ideología y políticas y tienen objetivos, y un instrumento casual, el covid, que a los poderosos del mundo (y de acá) les ha venido muy bien . Si se hubieran coordinado para crearlo, no les habría salido uno tan bueno. Tienen contradicciones, pero las superan y siguen adelante. Ha sido importante el trabajo de nuestra bancada parlamentaria y las movilizaciones populares que pudieron hacerse, pero siguen adelante. Estamos ante un gran desafío.
Hay gente que la está pasando mal… Y debemos ser muy sensibles, respetuosos y constructivos ante esta realidad. No importa si nos votaron o votaron al gobierno. Tenemos una experiencia en como reaccionamos en el 2002 en defensa de la gente y del país y así lo reconocieron los doctores. Jorge Batlle y Alejandro Atchugarry. Y también la experiencia hacia el 2004.
Sensibles ante la pandemia y la falta de plata y de trabajo; ante el temor y las incertidumbres; sensibles ante la carga de responsabilidad que se puso a cada persona, haciéndonos culpables de lo que no hace el gobierno (claro que debemos ser responsables, pero es más fácil para los que tienen plata, recursos, relaciones). Eso es parte de su ideología: viva lo individual, poco Estado, poca solidaridad.
Sensibles al drama del pequeño empresario que está en la llaga, que la pelea y que además, debe escuchar la campaña de “lo bueno para la salud y lo conveniente para el bolsillo, que es ir a los shoppings” ; de las trabajadoras y trabajadores que cada noche se acuestan pensando en cómo hacer la olla al otro día y pagar las cuentas; de los jubilados y pensionistas y personas con discapacidad, que además de ser las personas de mayor riesgo, son bastante dejados de lado y casi, casi nada se les ha dado; de los jóvenes sospechados y de la gente de la cultura, a la que solamente le tiraron por 2 meses unos pesitos (y a algunos).
Sensibles y solidarios con las ollas populares y los comedores y merenderos. Con esa otra gente del pueblo que junta diferentes arroces y fideos para calmar alguna panza, además de los trabajadores de la salud y otros, que arriesgándose nos cuidan, ayudan, atienden. Nuestro reconocimiento también a empresarios comprensivos que se pusieron la celeste y ayudaron sin hacer campaña, como si lo hicieron varios del gobierno y en las elecciones municipales.
Respetuosos de lo que la gente está sufriendo, de lo que piensa y siente, y de lo que votó. Respeto porque seguimos creyendo que también dentro de la coalición que nos gobierna hay gente con buenas intenciones y que está preocupada por lo que está pasando y lo que puede venir. Respeto porque sabemos que una cosa son algunos dirigentes de estos partidos de la coalición que tienen claros sus objetivos y lo que hacer en beneficio de algunos pocos y otra cosa son otros. Y por sobre todas las cosas, respeto en la gente que los votó, donde todos/as tenemos conocidos, amigos, vecinos, parientes, compañeras/os de trabajo y de vida, gente solidaria, comprometida con la democracia y la justicia social, y que no son los que “tienen el sartén por el mango y el mango también” ni son los que se benefician ni los nuevos ricos y poderosos de la pandemia…
Constructivos: el Frente Amplio y las principales organizaciones populares han apoyado las medidas de protección y prevención de la salud del gobierno. Sin dudas. Acá no hubo como en otros países, manifestaciones contra el tapabocas ni contra el quedate en casa… Si reclamamos contra los atropellos y recorte de derechos de las leyes de urgencia y de presupuesto y otras cosas. Si reclamamos 16 mil pesos por mes para la gente que está en la llaga, sin trabajo y sin plata. Si reclamamos apoyos a las pequeñas empresas que cierran o la pelean como pueden. Si reclamamos para que a los jubilados y pensionistas, nuestras queridas viejas y viejos, abuelos y abuelos, les den algo que permita enfrentar estas soledades y penurias.
A la soledad de antes, se agrega esta nueva soledad del encierro y la distancia y la soledad del bolsillo; ahora es más difícil que el hijo o la nieta le arrimen algún peso porque ellos también están complicados. Y el Sistema de Cuidados iniciado, retrocede, y la vida sigue pero más dura.
Luchadores por la democracia. Sí, porque está perdiendo calidad. Eso pensamos.
No hay casi reuniones de Consejos de Ministros como había cada lunes antes; no hay un organismo donde se reúnan los partidos de la coalición que apoyan este gobierno aunque lo haya solicitado el propio Dr. Sanguinetti; el Parlamento ha decaído en su funcionamiento; se aprueban de urgencia otras leyes además de la Ley de Urgencia, como en estos días, esa que permite a algunas empresas ni dar ni pagar licencia y vacacional del 2019; se han sucedido una veintena de renuncias y ceses en 10 meses, de cargos importantes en el nuevo gobierno y eso casi no se informa ni analiza (salvo lo de Talvi). Esto debe ser histórico en el país, tantos cambios en miembros del gobierno en tan poco tiempo y tan bien manejado.
Pero además se votan en la Ley de Presupuesto modificaciones a la seguridad social y esto también reduce la calidad de la democracia. Por ejemplo sacando las asignaciones familiares del BPS para el Mides o cambiando derechos en Caja Policial, cuando claramente en 1994, la ciudadanía voto una reforma constitucional que prohibe modificaciones a la seguridad social en leyes de presupuesto o de rendiciones de cuentas. Y esto es un peligro para la seguridad social y para cualquier gobierno y más raro aún cuando al mismo tiempo está funcionando la llamada Comisión de Expertos para la reforma de la seguridad social. Recordemos que esa reforma del 94 fue con el apoyo de altos dirigentes de todos los partidos políticos, impulsada principalmente por las asociaciones de jubilados y pensionistas (Onajpu) y el Pit-Cnt. Recordemos también, de paso, a uno de sus grandes impulsores: el querido Luis Colotuzzo que cumpliera 103 años el pasado 13 de diciembre, el mismo día que otro querido líder, nuestro general Liber Seregni.
Tienen una importante habilidad como para hacer creer que dialogan pero en definitiva no, poquito o casi nada. De esto hay muchos ejemplos: el Sr. presidente va a la casa del cada vez más querido Tabaré (ese que nos duele en el alma al recordarlo y nos conmueve a resistir, a no ceder, a dar la talla). Y eso que hizo el actual Sr. presidente está bien. Fue a recibirle su importante documento de diagnóstico y propuestas para la covid, pero luego ni le contesta. Tampoco contesta a las propuestas del Frente Amplio, del Pit-Cnt, y de otras organizaciones (también algunas empresariales afectadas) que se vienen haciendo desde el mismo mes de marzo… Se plantea en el Senado en estos días hacer una comision de seguimiento, y sale algo, pero con gusto a poco.
Y el Sr. presidente, el miércoles 16, provoca una novedad preocupante: se diferencia del Grupo Asesor Científico, el GACH, y sobre todo en las medidas que se toman. Hay mucha diferencia entre lo que propone el GACH y lo que hace el gobierno. Y además ni siquiera aparecen juntos en la conferencia. No es un hecho menor. Y por las dudas, la necesidad impostergable, ya retardada, de darle ayuda en plata y protección a la gente, no es ya solo un reclamo del Frente Amplio y las organizaciones sociales. También del GACH. La democracia también se debilita con estas actitudes.
Se convoca poco a Consejos de Salarios para el sector privado y a negociación en los públicos, pero se rebaja el salario (y con ello las pasividades), y no se garantiza el empleo, y se rebajan otros derechos (entre ellos, el derecho a protestar, a reclamar, con diversas normas y hechos y se reducen servicios necesarios para la población y más en estos momentos). El principal ingreso para la casi totalidad de la población son los salarios y pasividades. Y eso mueve las industrias, los comercios, los productores. Y además sigue en marcha el decreto 90/20 de reducción de gastos necesarios en organismos del Estado que ya muestran falta de atenciones en varios lados. La democracia también son organizaciones sociales participando, además de los tres poderes del Estado.
Y tienen habilidad para hacernos creer cosas y distraernos.
Estamos ante una importante sequía, pero como los dirigentes de la Asociación y Federación Rural se quejan poquito y bajito, y tienen sus representantes en ministerios, casi se podría decir que “no hay sequía”, salvo para los productores rurales en serio, los de bota de goma y pata en la tierra, seca (ahora no hay barro). Y menos mal que avanzamos en el gobierno del Frente Amplio con las posibilidades de riegos colectivos.
En Turismo anunciaron medidas, que casi son las mismas que antes de la pandemia dispuestas en nuestro gobierno del Frente Amplio. Poca cosa más, pero las anuncian con bombos y platillos. Muchas de ellas, para que la gente y las empresas se endeuden más. Otro problema de la pandemia del cual no “se hacen cargo”.
Nos damos realmente cuenta de lo que significará para la gente que no se controle cuánto se paga de salario respecto a la categoría del Consejo de Salario; que se reduzca lo que se puede inspeccionar; que se haya suspendido el dispositivo que estaba en marcha, para controlar la evasión y la competencia desleal entre empresas camioneras, perjudicando derechos de sus trabajadores y al país (el Sictrac). Nos damos cuenta de todo eso o no.
Amplían a trabajadores mensuales y de la educación, un seguro de paro especial, que permite estar en seguro de paro y trabajar al mismo tiempo y en determinadas condiciones. Sí, amplían (y está bien), pero no lo inventaron ahora, porque ya existía hace años para los trabajadores jornaleros, la mayoría. Y tratan de hacer creer que toda la gente va al seguro de paro gracias a eso. Saben que existía porque lo usaron antes, las empresas y los trabajadores de los free shops de frontera con Brasil, porque lo convinimos con ellos; también se usó en industrias y en otros sectores.
Pero tenemos fortalezas. Vaya si las tenemos. Lo sentimos en el alma, cuando en 2 o 3 horas las calles de Montevideo y otros lugares del país se llenaron de pueblo para reconocer a Tabaré un domingo al mediodía. Lo sabemos, cuando el Pit-Cnt se mueve contra la Ley de Urgencia y la de Presupuesto. Lo vivimos en el 1° de Mayo, original, quizás el más grande del mundo en plena pandemia, con decenas de caravanas con decenas de miles en distintos pueblos y barrios del país (algunos que nunca antes hicieron primeros de mayo) y el 20, cuando volvio a tronar el silencio por los derechos humanos, la verdad y el nunca más. Tenemos la unidad del Frente Amplio y la unidad sindical y de los jubilados y pensionistas, y otras importantes organizaciones sociales como las de los nuevos derechos y necesidades, que contribuímos a visibilizar y generar. Y hay en otros partidos, gente que también piensa que este país y sobre todo su gente valen la pena.
Fortaleza es también la lucha de algunos periodistas, incluso algunos dentro de algunos grandes medios, y de las publicaciones y medios alternativos como Caras y Caretas en sus 19 añitos, junto a otras, que han hecho lo posible (dentro de lo que no supimos hacer), para tratar de llegar con otras visiones a las dominantes. Por eso, guambia con lo que se viene con la nueva ley de medios que van a aprobar y la reducción de la Antel que salvamos y potenciamos (con perdón de la querida gente de Guambia que tanto hizo por estas luchas desde el humor).
Fortaleza es la Universidad de la República y otras instituciones y su gente, sus investigadores luchando por salvarnos y por lograr al mismo tiempo algun peso en el Presupuesto, mientras además ahorraban millones al país con sus inventos hechos de apuro reconocidos mundialmente.
Y una fortaleza que seguramente les duele a los poderosos del mundo y de acá: no fue el mercado, no fueron los grandes capitales privados, los imprescindibles en esta pandemia: lo imprescindible es el Estado y la solidaridad. Y a diferencia de acá, gobiernos con igual o más déficit fiscal que nosotros y con ideas similares al gobierno que hoy tenemos decidieron invertir, gastar más, aumentar el déficit fiscal para darle plata y ayudar a la gente, a sus pueblos, a las empresas y a reforzar los servicios públicos y la protección social, para atenuar, para aguantar los impactos economicos y sociales de la pandemia de la covid y que luego, se pueda volver en mejores o no tan malas condiciones.
Y defender el Estado y la solidaridad son parte fundamental de nuestra esencia como Frente Amplio. Pero también sabemos que no somos los únicos, y que hay otras organizaciones y personas que piensan y sienten lo mismo. Y que nos equivocamos y metemos la pata y que la vida es un continuo y precioso aprendizaje. Estas son otras fortalezas.
A redoblar, a dar la talla. No te rindas, no cedas, como nos legó Tabaré el 28 de febrero en su Teja natal.