El certificado médico, firmado por el jefe médico de la Casa Real, Huw Thomas, sugiere que el esposo de la reina no falleció debido a una causa identificable, incluido el problema de corazón por el que fue hospitalizado semanas atrás, y por el que tuvo que ser intervenido en un centro de salud de Londres.
Anteriormente, el Palacio de Buckingham había prometido informar a la población sobre lo relacionado con la salud del príncipe y comunicar «más anuncios a su debido tiempo».
En un acto con apenas 30 invitados a causa de la pandemia, se celebró el pasado 17 de abril el funeral del duque de Edimburgo. La ceremonia se llevó a cabo en la capilla de San Jorge, en Windsor.