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Arriba las manos

Llegó Heber ¿ya se va?

Heber entregó el puerto a manos foráneas, y aterrizó (aterrizaje forzoso) en Interior. ¿Se va a quedar?

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Caras y Caretas Diario

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Como es el tema en el que nos hemos especializado, nuestros últimos artículos han sido sobre la política exterior, un talón de Aquiles del gobierno. Pero, como Aquiles mismo, el gobierno tiene dos talones. El otro, la política de seguridad. Con Larrañaga se podía discrepar, pero había dedicado sus últimos años a eso. Heber no. Entregó el puerto a manos foráneas, y aterrizó (aterrizaje forzoso) en Interior. ¿Se va a quedar?

Entonces hace sistemáticamente tres cosas: justifica las causas del aumento de delincuencia, se equivoca al informar y hace alarde de su propio despliegue de seguridad. Bajaron los narcodelitos, dijo. Horas después de su anuncio un joven, en Ciudad Vieja, centro financiero de Montevideo, fue muerto a trompadas porque le faltaban 15 pesos para pagar la droga que quería comprar.

Parece tocado por la vara del malvado Voldemort, de la saga de Harry Potter. Cada vez que anuncia que mejora la seguridad, las páginas de los diarios y los minutos de TV se aprietan para dar todas las noticias de femicidios, muertes por rapiña, ajustes de cuentas. Una vez dijo que bajaban las cifras de muertes en todo el país, pero luego por Twitter se desmintió a sí mismo. Había confundido Uruguay con Montevideo.

“Es ajuste de cuentas” es otra de las explicaciones que intenta. O sea, explicar el por qué en vez de evitarlo. Al hacerlo olvida los encendidos discursos en la cámara, atropellando a la lengua castellana, para criticar al exministro Bonomi. Él y el actual presidente sostenían entonces que no se debía hacer lo que ellos mismos hacen ahora: “Explicar el porqué en vez de evitar que ocurra”.

Los desmentidos son por Twitter o a las corridas. O por la vía de los hechos. Un día dijo que habían bajado los asesinatos en todo el país. Ocurre que se confundió y miró las cifras de Montevideo y las anunció como de todo el país. Lamentablemente, como le dijeron en la radio Durazno, la gente ya ni denuncia. Lo desmintió por Twitter. Hace pocos días, calificó como enfrentamiento de narcobandas el asesinato de una mujer a manos de su esposo, frente a su hija.

Quizás tema por su seguridad más que por la de la gente, porque usa, como reconoció, como auto personal (no solo para actividades oficiales) el vehículo confiscado a un capo de la droga, con un impresionante despliegue de seguridad. Un día de fiesta, como fue la llegada de Luis Suárez al Parque Central, la masa humana que ordenadamente iba ingresando fue cortada por un cordón policial para que llegaran autos.

Ese día, ¿no habían cortado el tránsito automotriz para proteger a la gente? Ah, pero llegaba Heber y sus custodias. ¡Había que sacarse una foto con el ícono del fútbol uruguayo! El operativo para ordenar la entrada era lo de menos.

Pero a esta altura, los errores de información son menores al lado de decisiones políticas que esperemos se puedan corregir y no dejen huellas institucionales. Ya hay toda una generación que desconoce las consecuencias que dejó para el país haber ido cediendo la seguridad interna en manos de las Fuerzas Armadas.

Un artículo de la Rendición de Cuentas pasa la Guardia Republicana a manos del Ministerio de Defensa. Más allá de la desprolijidad de meter un artículo no presupuestal en la Rendición, ¿por qué se hace esto? Se le quitan recursos humanos a la Policía cuando se dice que no le alcanza con los que tiene. ¿Para qué?

Recuerdo una conversación con el general Varela, que siendo coronel, en tiempos de dictadura, había sido jefe de Policía de Montevideo. Le pregunté: “¿Usted está de acuerdo con que las FFAA se meten en temas policiales?”. Su respuesta fue categóricamente negativa.

Se remontó a algunos años atrás, cuando había sido, en democracia, jefe de la Republicana. Armado un dispositivo para reprimir una manifestación, preguntó al subjefe si estaba de acuerdo y este le explicó por qué no. “Cerró todas las salidas, ¿por dónde se escapan?”. Y concluía que la Policía debía disuadir y el Ejército estaba formado para exterminar.

¿Para que quiere el Ejército la Republicana? ¿Por una invasión extranjera? ¿O nos estaremos olvidando del precio que pagó el país y su gente en el 72 con los errores de competencias entre las FFAA y la Policía?

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