El penal inventado por Roldán
No le encontraba la vuelta Racing. Hasta que en el minuto 83, el árbitro colombiano Wilmar Roldán inventó un penal (no hubo empujón como para sancionar falta contra Adrián Martínez) que el mismo Maravilla ejecutó con potencia y a un ángulo, para convertirse en el máximo anotador en partidos internacionales en la historia académica con 16 goles. La decisión de Roldán contó con la complicidad del VAR, que no llamó al juez para que revisara la acción.
La cuestión es que Racing se imponía por 2-1 y, con el 0-1 de la ida, la serie viajaba a los penales. Tal es así que ambos entrenadores empezaron a hacer cambios pensando en esa definición. Gustavo Costas sacó a su arquero y capitán Gabriel Arias, que venía siendo clave con un par de atajadas decisivas pero es señalado por su ineficacia en los penales, para poner a Facundo Cambeses, especialista en penales.
Con tantas modificaciones ambos se desordenaron. Peñarol tuvo dos chances claras, pero no las aprovechó. Y en el minuto 94, en una jugada con pelota detenida, la defensa uruguaya dejó insólitamente sin marca a Franco Pardo, quien entró por el segundo palo y de cabeza clavó el 3-1 que significó la clasificación.
El Cilindro explotó. Y fue una fiesta. Es que Racing, después de ganar la Sudamericana, se planteó ganar la Libertadores. Ahora se cruzará en cuartos de final con el complicado Vélez de Guillermo Barros Schelotto, que eliminó a Fortaleza.