En un hecho inusual que captó la atención de todos los presentes, la final entre Alajuelense y Herediano en Costa Rica comenzó con una controversia inesperada. Antes de iniciar el partido, el golero de Alajuelense reclamó y se descubrió que una de los arcos no cumplía con las dimensiones reglamentarias.
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El episodio tuvo lugar en el Estadio Carlos Alvarado, donde se comprobó que la portería ubicada en el sector norte tenía varios centímetros adicionales de altura, excediendo las medidas permitidas por el reglamento. Según este, las porterías deben medir 2.44 metros entre el suelo y el travesaño.
El reclamo de Alajuelense
El arquero de Alajuelense, Leonel Moreira, fue el primero en notar la irregularidad. Aunque no se ha confirmado oficialmente la cantidad exacta de centímetros adicionales, algunos reportes indican que el exceso podría haber alcanzado hasta 10 centímetros.
El cuerpo técnico de Alajuelense expresó su indignación y reclamó de inmediato. “No se debería jugar si el marco está en esas condiciones, pero bueno”, declaró el asistente técnico del equipo, evidenciando su molestia por la falta de acción para corregir el problema.
El momento exacto de la medición del arco
Ante los reclamos, los árbitros se acercaron al arco para medirlo. Utilizando una silla, verificaron la altura del arco y confirmaron la irregularidad. Sin embargo, a pesar de los defectos, el partido continuó tras realizar ajustes mínimos que no lograron satisfacer a todos los involucrados.
Aunque el encuentro se llevó a cabo, la anomalía dejó un sabor amargo en el equipo de Alajuelense, que continuó señalando las irregularidades durante el juego.