Por Ignacio Cirio
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En los artículos 327 y siguientes, el proyecto de LUC crea el Instituto Nacional de la Granja (Inagra), que sustituye al ente regulador granjero actual, la Dirección General de la Granja (Digegra), y a su conducción público-privada, la Junta Nacional de la Granja (Junagra), creada en 1990 vía Rendición de Cuentas.
En ese sentido hay cambios: de nueve integrantes de la Junagra se pasa a siete en el Consejo Directivo del nuevo Instituto. La nueva conformación retacea la participación de gremiales rurales, de cuatro a tres sillas, dejándolas en minoría respecto a la representación pública.
Comisión Nacional de Fomento Rural, Cooperativas Agrarias Federadas y Confederación Granjera del Uruguay, gremiales que ya están representadas en la Junagra, quedarían, en tanto que pierde su lugar la Mesa Hortícola de Salto. El litoral norte es responsable al menos de un 40 por ciento de la producción hortícola que llega al Mercado Modelo. De ahí la molestia de las gremiales salteñas y su decisión de incidir durante el debate parlamentario para no perder la capacidad de incidir en las políticas granjeras. Los representantes granjeros serán electos, de acuerdo a esta norma, cada cinco años y no cada cuatro como establece la normativa actual.
También la Cámara de Industrias del Uruguay queda afuera, a pesar de estar actualmente representada. Organismos públicos como el Banco de la República también se despiden de la Junta, de acuerdo a la nueva conformación propuesta.
El proyecto de ley mantiene la dependencia orgánica del Instituto respecto al Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca, al punto que es el propio Poder Ejecutivo quien designa a su presidente. Otros ministerios estarán presentes: Vivienda y Medio Ambiente (novedad), Economía e Industrias (ya hoy presentes en Junagra).
El texto define el campo de acción del Instituto, sumando a los rubros frutihortícolas la producción animal. “Se consideran productores granjeros los dedicados a la fruticultura, horticultura, avicultura, suinicultura, apicultura y aquellos otros que el Poder Ejecutivo, a propuesta del Instituto Nacional de la Granja, considere de interés incluir”, indica (art. 328).
Este “detalle” merece una mención: ni la producción citrícola ni la vitícola están contemplados en el nuevo Instituto, como no lo estaban en la Digegra. Para el útlimo caso, vale decir, existe desde hace tres décadas el Instituto Nacional de Vitivinicultura (Inavi). El hecho de incorporar la producción de cerdos y aves también representa una novedad. En administraciones predecentes, estas áreas funcionaron más o menos formalmente en la órbita de otra dependencia ministerial: la Dirección General de Desarrollo Rural, creada en la gestión de José Mujica.
En realidad, la creación del Instituto Nacional de la Granja es una añeja bandera de sectores gremiales asociados al nacionalismo. Sin embargo, incluso en proyectos de ley anteriormente propuestos al Parlamento, se habló siempre de una “Granja Vegetal”, es decir, frutihortícola, sin animales de por medio.
La novedad institucional viene siendo discutida tanto en espacios políticos como gremiales, y seguramente motivará nuevas entregas en Caras y Caretas.
Más allá de la creación del Instituto, lo que no abundan son ideas respecto a qué hacer en un campo de acción totalmente sensible para la seguridad y soberanía alimentarias del país, donde la fuerte concentración de empresas es el correlato de la “pérdida” de productores familiares y, por ende, de su envejecimiento y dificultades de rentabilidad.
Del análisis del texto de la LUC, en cuanto le fija objetivos al nuevo Instituto, surge una incógnita. En el artículo 329 inciso B, le encomienda “dirigir y controlar el Plan de Promoción Granjera”. ¿Pero de qué se trata dicho Plan? Con ese nombre solo existe en la documentación del MGAP una resolución que data del gobierno cívico-militar, a través de su plan de Presuepuesto 1973-1977. Si se tratara de un Plan a crearse, ¿no correspondería plasmarlo en el propio proyecto de ley?
Actores gremiales consultados no han podido responder con certeza respecto a este contenido de la LUC. Este punto ciego puede dar el indicio de que la inclusión en la LUC de este nuevo Instituto sería más una guiñada de cumplimiento de un reclamo de algunos sectores gremiales afines, antes que una verdadera innovación para un sector clave en cuanto a suministro alimentario y generación de empleo en el medio rural uruguayo.
Sin timón aún
Sobre quién será el presidente, designado como cargo de confianza política del Inagra, también existe incertidumbre al día de hoy. La figura del Ing. Agr. Nicolás Chiesa –hijo de quien ocupara el cargo similar en la Junagra, Eduardo Chiesa, también agrónomo– sonó con firmeza en las últimas semanas. Incluso apareció junto al ministro designado Carlos M. Uriarte en una reunión masiva con gremiales, celebrada en el anexo del Palacio Legislativo el 17 de enero. Sin embargo, la decisión final está en manos del propio presidente electo, Luis Lacalle, quien parece dudar si confía toda la línea de mando, desde el MGAP hasta la nueva conducción del Inagra, en manos de actores del Partido Colorado.
En todo caso, además de su relevancia estratégica, la conducción granjera institucional reviste un aspecto de manejo del Fondo de Fomento de la Granja, inicialmente financiado por el impuesto a frutas y verduras importadas (básicamente de la banana), y que pasara en el presupuesto de 2015 a ser solventado desde Rentas Generales.
Es con ese fondo que se han venido financiando proyectos de sustitución de aplicaciónes de agroquímcos en frutales e invernaderos, entre otros planes. Pero de eso tampoco se habla en lo que se conoció de la LUC.
DE FIESTA
Sandía y forestación
En Tranqueras, Rivera, se realizará la 29a Fiesta de la Sandía y la Forestación, organizada por el Rotary local además del gobierno departamental riverense. Será el 7, 8 y 9 de febrero, con actividades varias y un foro que intentará asociar ambas producciones. De acuerdo con el registro frutihortícola, existen unos cien productores de sandía en Rivera, origen casi excluyente de esta producción. La escala va de 1 a 50 hectáreas.
Pollo y gallina
En tanto, en San Bautista, Canelones, sobre la ruta 6, considerada Capital Nacional de la Avicultura, se desarrollará la 9a Expo Avícola “Fiesta del Pollo y la Gallina”. El 14, 15 y 16 de febrero son las fechas. San Bautista y sus economías vinculadas dependen directamente de la inversión en la avicultura. Las perspectivas de la apertura del mercado chino para la carne aviar local, que se estima pueda concretarse en el primer semestre de este año tras la visita oficial del MGAP a China en noviembre pasado, sobrevuelan este importante evento. Lo generado, además, financiará la construcción de un gimnasio público en dicha localidad canaria. El gobierno departamental apoya esta actividad desde sus inicios (2008).
Ovino y granja
Canelones es el departamento donde, promedialmente, la producción ovina ha tenido un crecimiento significativo. El arribo de esta producción animal en un contexto de producción chacarera y granjera ha sido posible en gran medida gracias a la difusión de “fondos rotatorios” ovinos, es decir, entrega de pequeñas majadas y reproductores a productores familiares, que estos devuelven a su vez con animales. Este “encuentro” se podrá apreciar los días 15 y 16 de febrero en una nueva edición del Encuentro del Ovino y la Granja que se organiza en la zona de Rincón del Colorado (ruta 48 kilómetro 8,500). Son dos días de expoferia, concurso de animales y demostración de perros pastores, entre otras atracciones.