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Cultura y espectáculos

En París de madrugada, murió el cineasta y político argentino «Pino» Solanas

En París, durante la madrugada del 7 de noviembre, el Covid-19 se llevó al cineasta argentino Fernando «Pino» Solanas: director de la memorable película «La hora de los hornos», «El exilio de Gardel» y «Sur», entre tantos otros filmes Referente político fue en su último período embajador de Argentina ante la Unesco

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En París, en horas de la madrugada y a los 84 años, murió el cineasta y político Fernando «Pino»Solanas. Su muerte se produjo a causa del Covid-19 luego de varias semanas de internación en un hospital parisino.

Solanas se proyectó como cineasta con «La hora de los hornos», película filmada en la clandestinidad en 1968, en la que hacía una magistral descripción del estatuto de colonia asignado a la Argentina y al continente americano en su conjunto, una recapitulación de sus luchas históricas hasta llegar al momento de la filmación, en el marco de un país dominado por una dictadura militar de Juan Carlos Onganía y en estado de ebullición social. Pese a estrenarse en la Argentina recién en (1973), la obra ya había trascendido mundialmente, al punto de obtener varios premios en festivales europeos.

Pero «La hora de los hornos» fue mucho más que un filme que rompió con los estereotipos del cine hollywoodense que dominaba las pantallas de las salas argentinas, sino que planteó una nueva estética que era al mismo tiempo una ruptura ideológica con el colonialismo cultural de entonces.  «La hora de los hornos» debe mucho a Osvaldo Getino, fundador del Grupo Cine Liberación y de la Escuela del Tercer Cine, junto al cual realizó un minuciosa recopilación documentalista, que ilustraba los acontecimientos vividos en su país desde el golpe de Estado que derrocó a Juan Domingo Perón, a los conflictos sociales que un año después de la filmación de esa película precursora desembocarían en el «Cordobazo».

En el contexto latinoamericano, «La hora de los hornos» registra el precedente del «Cinema Novo» brasileño, orientado en la misma dirección rupturista y liberadora, que inaugurara Glauber Rocha con su film «Dios y el diablo en la tierra del sol» (1964), que influyó decisivamente en la orientación de Solanas, Getino y la nueva generación de cineastas argentinos.

«La hora de los hornos», dividida en tres partes que conforman una secuencia histórica, es una película muy larga (4 horas y 20 minutos) y no obstante su extensión, mantiene al espectador expectante interpelándolo de manera directa. Así, cada pocos minutos, aparecía una placa reproduciendo la frase de Franz Fanon: «Todo espectador es un cobarde o un traidor». Es decir, era también una película que convocaba al compromiso.

En 1971, también junto a Getino, filma «Perón: Actualización política y doctrinaria para la toma del poder», una extensa entrevista a Juan Domingo Perón realizada en la Puerta de Hierro de Madrid entre junio y octubre de 1971, una película que se volvería emblemática para la Juventud Peronista argentina, que tomaba como leit-motiv de su militancia el retorno del líder derrocado y proscripto.

En los años posteriores, cuando la radicalización de las luchas políticas y sociales y la criminalidad creciente de la represión se acentúan, aun le queda aliento -cuando ya había sido amenazado de muerte por la Triple AAA-para filmar su largometraje «Los hijos de Fierro» (1975). En 1976 un comando de la Marina intenta secuestrarlo y se exilia en Francia, tras un breve pasaje en España.

Al regresar de Francia, intenta reconstruir (no ya desde la perspectiva documentalista de «La hora de los hornos») el drama del etnocidio perpetrado en su patria y las vicisitudes de la diáspora, y lo hace en dos películas memorables: «El exilio de Gardel» y «Sur» (1988), con banda sonora del bandoneonista Astor Piazzola.

Enemigo jurado del por dos períodos presidente Carlos Saul Menem, en 1991 recibió cuatro disparos en las piernas cuya autoría Solanas atribuyó a sicarios del mandatario. En los años siguientes filmaría películas como «El viaje» (1992), «La nube» (1998), «Memoria del saqueo» (2003), «La dignidad de los nadies» (2005), «Argentina latente» (2007) y «La próxima estación» (2008). Su última película: «Tres en la deriva del caos», filmada en 2020 aun no pudo ser exhibida en razón de la pandemia que terminó por arrebatar la vida de «Pino» Solanas.

En su último período se proyectó hacia la política institucional, fundando el movimiento Proyecto Sur, por el cual sería electo diputado nacional en 2009 y senador nacional en 2013, por el distrito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). En julio de 2020 fue designado embajador de Argentina ante la Unesco, residiendo en París, donde lo abrazó la muerte en esta madrugada.

 

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