Machado es conocida por promover acciones terroristas. Junto a Leopoldo López, orquestó un plan llamado “La Salida”, que en 2014 dejó decenas de muertos en el país. También fomentó una espiral de violencia callejera conocidas en Venezuela como “guarimbas”, en las cuales murieron decenas de personas inocentes, uno de ellos fue quemado vivo por grupos de choque alentados por sus mensajes de odio.
Invasión extranjera
Es una conspicua promotora de una intervención militar en Venezuela, no sólo en la actual coyuntura por el despliegue estadounidense en el Caribe, sino desde siempre en su actividad pública, incluso cuando en el pasado era ignorada en los planes de EEUU y las élites de la oposición para desestabilizar al país.
En 2014, mientras era diputada, usurpó un puesto de la delegación de Panamá en la Organización de Estados Americanos (OEA) y rogó a esta institución la aplicación de la “carta democrática” en contra del país caribeño, con el fin de causar una invasión bélica en Venezuela.
En 2019, llamó a que una fuerza militar "de paz" acompañara la invasión por Cúcuta, Colombia, promovida por Juan Guaidó ese año. Fue público cual era el deseo de ella: "Comunidad internacional, no basta con el apoyo de llevar la ayuda. Tienen que entrar (sic)", dijo en aquella ocasión.
Sanciones
En 2015 fue una de las principales figuras que solicitó públicamente “sanciones”, que han sido misiles contra la economía de Venezuela y han comprometido la salud, la estabilidad y el bienestar social de millones de venezolanos.
Las medidas coercitivas unilaterales que ha solicitado Machado provocaron una migración económica inducida de miles de venezolanos. Esta situación ha sido usada por Machado para manipular a los migrantes venezolanos prometiéndoles que regresarán al país, obviando que la causa de la migración económica está directamente relacionada con el efecto de las sanciones que ella misma le pide a EEUU. Además, ha apoyado la política del presidente Donald Trump de persecución a la población migrante.
Atentados
Las autoridades venezolanas han señalado a Machado en infinidades de planes para atentar contra la estabilidad nacional, a través de ataques con explosivos en sitios públicos y asesinatos selectivos de figuras políticas. Recientemente, Machado está implicada en un plan para atacar con explosivos la embajada de Estados Unidos en Caracas y justificar una intervención militar de EEUU.
En las investigaciones de los cuerpos de seguridad, Machado aparece como la promotora de planes para atentar espacios públicos y atacar a figuras de la Revolución Bolivariana, ante y durante los últimos procesos electorales, el último: los comicios presidenciales de 2024.
Según las investigaciones, Machado fue responsable del atentado terrorista contra el Complejo Muscar de PDVSA en el estado Monagas, en el oriente de Venezuela. El ataque buscaba crear conmoción nacional, pues la planta gasífera que produce el 80% del gas nacional.
Para ejecutar el ataque contra la planta gasífera en Monagas, Machado se alió con Erik Prince, un mercenario estadounidense que ha declarado su intención de generar violencia mediante planes de magnicidios.
Machado es señalada de promover en el 2024, después de gritar fraude en las elecciones presidenciales, un ataque fallido al Complejo del Guri para dejar sin luz el país, tal como ocurrió en el 2019. Es aliada del sionismo israelí causante del genocidio en Gaza y mantiene estrechos vínculos con sectores de la extrema derecha mundial que se oponen a las causas justas de la humanidad.