Los 7 mitos más repetidos sobre los terremotos

En países como El Salvador, que apodan el Valle de las Hamacas por su elevada actividad sísmica, existe la firme creencia de que tiembla cuando “cambia el tiempo”, por ejemplo, cuando llega la época de lluvia. Incluso ven como algo positivo los enjambres sísmicos, capaces de destrozarle los nervios a cualquiera, porque estiman que al expulsar energía de a poco, se evita un terremoto de proporciones cataclísmicas.

Nada más lejos de la realidad. A continuación, le compartimos algunos de los mitos más arraigados sobre los sismos:

1. Solo ocurren en zonas sísmicas: Falso. Si bien en las zonas de elevada actividad sísmica hay mayores probabilidades de que ocurran terremotos, esto puede pasar en cualquier lugar.

2. Los animales pueden predecir los terremotos: Negativo. Hay casos aislados de animales que muestran comportamientos extraños antes de un sismo, pero no hay pruebas científicas que demuestre una relación.

3. Solo ocurren durante el día: No. A cualquier hora puede ocurrir un sismo. De hecho, la madrugada puede ser nefasta, pues la gente duerme y no puede reaccionar a tiempo.

4. Es seguro refugiarse debajo de una mesa: Para nada. Si caen los escombros sobre la mesa puede morir aplastada la persona. Una puerta tampoco es de mucha ayuda

5. Los terremotos anuncian su llegada: Falso. Los sismos son impredecibles, ocurren sin previo aviso.

6. El cambio climático propicia más terremotos: No hay evidencia de que el aumento de la temperatura global tenga un efecto directo en los terremotos, aunque la disminución de los glaciares y la pérdida de hielo en los polos podría cambiar la distribución de masa en la Tierra y afectar la tensión en la corteza terrestre.

7. El suelo se abre: Hollywood ha sembrado esa imagen, que es falsa. Se pueden formar grietas, pero los terrenos a ambos lados de la falla se deslizan uno sobre el otro, no se separan.

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Existe, eso sí, el llamado Triángulo de la Vida, un método propuesto por el rescatista profesional Doug Copp, quien recomienda durante los sismos “acostarse cerca de los muebles y no meterse bajo ellos”. Según la teoría, cuando los escombros caen suelen aplastar los muebles, pero siempre queda un vacío triangular junto a ellos.

Esperando lo imprevisto

En algunos lugares, asumen los terremotos con resignación, como una fatalidad del destino contra lo que nada se puede hacer. Pero lo mejor es prepararse, identificar zonas seguras en el hogar, centro laboral o escolar, tomarse en serio los simulacros y siempre contar con un plan de emergencia para actuar de manera rápida y segura.

Otro consejo importante, sobre todo si vive en algún lugar de mucha actividad sísmica, es tener lista y a mano una mochila o bolsa de emergencia que pueda agarrar al salir de la casa. En muchos de estos países hay puntos seguros perfectamente identificados, amén de que las construcciones son antisísmicas, lo cual tampoco es garantía de que no ocurra una tragedia, pero sin dudas contribuye a atenuar el impacto. Por demás, es aconsejable:

• Mantener la calma, tratar de no entrar en pánico y seguir los protocolos establecidos.
• Buscar refugio, ya sea en los puntos seguros o en el Triángulo de la Vida. Si está en exteriores, debe tener cuidado con la posible caída de edificios, árboles, postes de luz o cables de electricidad.
• Aléjese de ventanas, especialmente de vidrio, que al astillarse con el retumbo puede causar heridas.
• Espere a que se estabilice la situación, verifique si está herido, o si las personas a su alrededor lo están.
• Siga las instrucciones de las autoridades.