Al menos nueve personas murieron tiroteadas por un hombre (que también murió) en una escuela de adultos en la ciudad sueca de Örebro, ubicada a 200 kilómetros al oeste de Estocolmo, según informó la Policía sueca en un comunicado. Se trata del peor tiroteo masivo en la historia de Suecia, dijo el primer ministro sueco, Ulf Kristersson.
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Lo que se sabe del tiroteo
El ataque, que se produjo a las 12:30 (hora local) en el Campus Risbergska (reservado a adultos que preparan el equivalente al Bachillerato) dejó también varios heridos, cuyo número todavía no ha sido precisado, aunque fuentes hospitalarias informaron previamente de seis adultos heridos.
Según el diario Aftonbladet, se oyeron disparos de armas automáticas y se reorganizó la sala de urgencias del hospital de la ciudad para atender a los heridos. Por su parte el tabloide Expressen aseguró que el presunto autor se disparó a sí mismo pero la Policía no confirmó la información.
El jefe de la policía de Örebro, Roberto Eid Forest, que ha comparecido en dos ocasiones a lo largo de la tarde, informó que, en principio, no se sospecha de un móvil terrorista y que el responsable ni estaba fichado ni se le conocía ninguna relación con alguna banda. "Creemos que se trata de un autor solitario", aseguró el vocero policial, que aclaró que la investigación se encuentra "en una fase muy temprana".
Los daños en el lugar de los hechos son tan importantes que los investigadores no han podido dar detalles más concretos sobre los fallecidos, añadió la Policía sueca.
El relato de profesores de la escuela
Una de los profesoras, María Pegado, narró el momento en que ella y sus alumnos escaparon mientras se producían los disparos. Contó a la agencia de noticias Reuters que abrió de par en par la puerta de su clase justo después de la hora de comer y gritó a todos que salieran.
"Saqué a mis 15 alumnos al pasillo y empezamos a correr", explicó. "Entonces oí dos disparos, pero conseguimos salir. Estábamos cerca de la entrada de la escuela". "Vi a gente sacando heridos, primero a uno y luego a otro. Me di cuenta de que era muy grave", agregó.
Petter Kraftling, profesor del Campus Risbergska como Pegado, ha narrado que estaba en la escuela cuando oyó los disparos: "Me atrincheré y esperé noticias. Activé una alarma en la aplicación de seguridad y me comuniqué con mis colegas", declaró Petter Kraftling a la página web de un sindicato sueco de profesores.
Presidente e investigadores buscan "respuestas" sobre el ataque
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, compareció a última hora de la tarde junto al ministro de Justicia, Gunnar Strömmer, y abrió la rueda de prensa diciendo que es difícil asimilar la magnitud de lo ocurrido. Afirmó que es el peor tiroteo masivo de la historia de Suecia y que el ataque fue un "acto de violencia brutal y letal" y que la gente no debe especular sobre cómo ocurrió y por qué.
Los investigadores "todavía están buscando respuestas, no tengo esas respuestas para ustedes ahora", subrayó el primer ministro sueco.
Por su parte, el titular de Justicia de ese país explicó que la Policía de Örebro cuenta con el apoyo de policías de otras regiones y del servicio de seguridad sueco Sapo. Añadió que la Policía acudió al lugar en cuanto sonó la alarma y luego dio el dato de al menos 10 fallecidos y muchas otras personas heridas, sin precisar cuántas.
"Ahora se considera que el principal sospechoso es una de las personas que han muerto. No era conocido por la Policía, todavía no sabemos por qué ha ocurrido", agregó. "No conocemos los motivos. La policía está trabajando muy duro para averiguarlo".
El primer ministro ha dado las gracias a los servicios de emergencia y a la policía por su respuesta ante la masacre. También ha agradecido a los estudiantes y profesores el valor demostrado durante el ataque. El primer ministro sueco ha dicho que los pensamientos de Suecia están con los afectados y sus familiares.
Kristersson aseguró que los padres que tienen hoy la importante tarea de hablar con sus hijos, pero ha advertido contra la propagación del miedo y el terror, y que la mayoría de las escuelas son "lugares seguros".