En respuesta el canciller venezolano, Yván Gil, dijo que su país “ejerce plena soberanía en su espacio aéreo y reitera que ninguna aeronave que provenga o se dirija a la Argentina podrá sobrevolar nuestro territorio hasta que nuestra empresa sea debidamente compensada por los daños causados, después de las acciones ilegales realizadas solo con el fin de complacer a sus tutores del norte”.
Al respecto, el canciller manifestó que Argentina pretende desconocer las consecuencias del "robo" del avión de Emtrasur.
"El Gobierno neonazi de Argentina no solo es sumiso y obediente con su amo imperial, sino que tiene un vocero ´cara de tabla´ (descarado): el señor Manuel Adorni pretende desconocer las consecuencias de sus actos de piratería y robo contra Venezuela, las cuales fueron advertidas en reiteradas ocasiones antes del acto delictivo cometido contra Emtrasur", comentó el canciller venezolano.
Avión polémico
El 28 de febrero, la administración de Nicolás Maduro denunció que Estados Unidos destruyó su avión, luego de ser entregado por las autoridades argentinas al Gobierno de Joe Biden.
El avión se encontraba retenido en Buenos Aires desde junio de 2022 y el 12 de febrero el Gobierno argentino oficializó su entrega a Estados Unidos.
La aeronave aterrizó el 6 de junio de 2022 en territorio argentino donde habría entregado una carga compuesta de autopartes de la empresa alemana Volkswagen.
Sin embargo, cuando se dispuso a abandonar el territorio argentino el mismo 6 de junio, ninguna empresa les proveyó de combustible por temor a las sanciones a las que podría recurrir EEUU.
El avión Boeing 747 3B3, con 14 tripulantes venezolanos y cinco iraníes, fue adquirido a la compañía iraní Mahan Air, sancionada por EEUU por sus vínculos con actividades terroristas, según la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) y la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA).
La aeronave entonces se dirigió a Uruguay el 8 de junio con la intención de cargar combustible para retornar a Venezuela, pero las autoridades uruguayas rechazaron la solicitud de aterrizaje en su territorio y el vuelo tuvo que volver a Buenos Aires.
En octubre de ese año, un tribunal de segunda instancia de Argentina autorizó la salida de los tripulantes del avión.
(Sputnik)