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La cita, con sede en el Palacio de la Revolución de La Habana, tendrá como principales objetivos compartir sobre estrategias de desarrollo comunes y analizar la situación política regional de América Latina y el Caribe.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, junto al canciller Bruno Rodríguez Parrilla, dio la bienvenida a los mandatarios participantes en la Cumbre de jefes de Estado entre los cuales uno de los primeros en llegar, fue el secretario ejecutivo de esa plataforma integracionista, Sacha Llorenti.
También brindaron un efusivo saludo a los presidentes de Bolivia, Luis Arce Catacora, de Venezuela, Nicolás Maduro, y a otros dignatarios de los países que integran el ALBA-TCP, compuesto además por Nicaragua, San Vicente y las Granadinas, Granada, Dominica, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nevis y Santa Lucía.
La XXI Cumbre del ALBA-TCP se realiza días antes de la IX Cumbre de las Américas, a celebrarse, en medio de incertidumbres, en Los Ángeles, California, luego de que Estados Unidos insinuara, de forma unilateral, que no invitaría a Cuba, Nicaragua ni Venezuela a la cita. Tras la postura de Washington varios países del continente han denunciado o condenado la exclusión de países de la región.
En este contexto de retroceso en las relaciones de Estados Unidos con los países independientes y soberanos del continente, vuelven a La Habana jefes de Estado y de gobierno de la región para continuar potenciando la unidad de América Latina frente a los intentos de división que se pretenden materializar –sin éxito– en Los Ángeles.
En La Habana, los miembros del ALBA-TCP ratificarán su rechazo a la postura hegemónica y unilateral de Washington.
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