Hacete socio para acceder a este contenido

Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.

ASOCIARME
Mundo mercado | plan | China

Socialismo chino

Hacia un mercado nacional unificado durante el período del XV Plan Quinquenal de China

El XV Plan Quinquenal de China (2026-2030) pone énfasis en mejorar la asignación de los factores económicos mediante el mercado.

Suscribite

Caras y Caretas Diario

En tu email todos los días

El XV Plan Quinquenal de China (2026-2030) pone énfasis en mejorar la asignación de los factores económicos mediante el mercado y en eliminar los obstáculos que impiden la formación de un mercado nacional unificado. Este refuerzo confirma que la mayor ventaja del mercado chino reside en su escala y subraya la importancia de eliminar la fragmentación existente. Dos conceptos son fundamentales para comprender la idea de un mercado nacional unificado: la posición del mercado dentro del socialismo con características chinas y el significado de su unificación a nivel nacional.

El mercado no es un concepto importado pasivamente de la economía occidental. En el sistema del socialismo con características chinas, constituye un componente institucional esencial que opera en armonía con el principio de distribución basada en el trabajo. Es decir, el funcionamiento del mercado no contradice el marco distributivo socialista. Reconocer esto disipa la falsa dicotomía entre los mercados de estilo occidental y la gobernanza económica socialista.

Los mercados funcionan como el mecanismo principal de asignación de recursos, donde los precios reflejan información crucial para coordinar los factores de producción. Desde la perspectiva de la economía clásica, los precios se determinan por la interacción entre la oferta y la demanda. Desde la tradición teórica de la economía política socialista, el tiempo medio de trabajo socialmente necesario sirve como medida del valor.

En la mayoría de los casos, cuando los mercados operan en espacios suficientemente amplios y tienden hacia el equilibrio, los precios determinados por la oferta y la demanda tienden a alinearse con el valor determinado por el tiempo medio de trabajo social reflejado en la producción. Estas ideas son complementarias, no contradictorias, y muestran cómo el mecanismo de mercado es compatible con —y constitutivo de— la economía socialista de mercado con características chinas.

La importancia práctica de la “unificación nacional”

El término “unificado a nivel nacional” tiene un significado práctico concreto. Hacer hincapié en esta idea reconoce que, en algunos sectores y regiones, el mercado se ha fragmentado históricamente en enclaves locales. Dicha fragmentación suele manifestarse en segmentación regional y prácticas excluyentes.

Dos grupos principales han contribuido a estos resultados. Uno es el de las empresas con dominio regional, que disfrutan de posiciones ventajosas dentro de sus localidades. El otro es el de las acciones gubernamentales locales que tienden a favorecer a las empresas domésticas. Las razones son comprensibles: mantener ingresos fiscales locales, respaldar a empresas propias para que compitan a nivel nacional y proteger el empleo y la estabilidad social.

Sin embargo, cuando estas motivaciones derivan en sesgos locales persistentes, las consecuencias son claras: duplicación de industrias similares entre provincias, asignación ineficiente de recursos y retraso en la salida de productores no competitivos. Pasar de muchos mercados pequeños, protegidos y fragmentados a un mercado nacional unificado fortalece las señales de precios, mejora la asignación de factores y eleva la eficiencia económica general.

Además, un mercado unificado reduce significativamente el espacio para la búsqueda de rentas. En mercados segmentados, persisten incentivos para obtener retornos extraordinarios mediante medios no productivos: preferencias administrativas, trato discriminatorio u otros mecanismos que desvían la atención de mejorar productos y servicios. Aunque la supervisión puede abordar los síntomas, el remedio de fondo reside en el diseño institucional.

Cambiar los incentivos y fortalecer la competencia

Un mercado verdaderamente unificado transforma la estructura de incentivos: reduce las condiciones que permiten la existencia de rentas locales. A escala nacional, la capacidad de mantener privilegios localizados es limitada, lo que desplaza el equilibrio hacia una competencia auténtica basada en capacidades empresariales, no en protecciones artificiales.

Un mercado nacional unificado ofrece ventajas significativas para las instituciones extranjeras que desean operar en China. Aunque la relación entre integración nacional y participación extranjera pueda parecer indirecta, en la práctica los actores extranjeros deben navegar tanto la competencia con empresas nacionales como la interacción con múltiples niveles gubernamentales. Sin un mercado unificado, incluso una institución extranjera que ya opere a nivel nacional necesitaría sortear normativas locales una por una, un proceso costoso y complejo.

Esto se manifiesta especialmente cuando las instituciones intentan expandirse más allá de los grandes centros urbanos. Por ejemplo, las instituciones financieras extranjeras tienen una fuerte presencia en Beijing, Shanghái o Shenzhen, pero muchas ciudades de segundo y tercer nivel también poseen un gran potencial de mercado. En estos espacios, las instituciones locales a menudo mantienen un fuerte dominio, lo cual puede crear barreras de entrada. Un mercado unificado reduce estas asimetrías, permitiendo que los participantes extranjeros accedan a un mercado más amplio de manera más eficiente.

Integración, especialización y apertura

Un mercado unificado no niega el valor de las ventajas locales. Las fortalezas regionales siguen siendo legítimas y pueden coexistir con la participación extranjera. De hecho, la presencia de instituciones foráneas puede aportar capacidades complementarias que incrementen la competitividad general. Al fomentar que actores domésticos y extranjeros compitan en igualdad de condiciones, un mercado unificado contribuye a mejorar los resultados para un mayor número de participantes.

Desde una perspectiva más profunda, la construcción de un mercado unificado no es un juego de suma cero. Una mayor integración amplía la demanda, impulsa la especialización y agranda el “pastel” económico. Aunque algunos privilegios establecidos inevitablemente disminuirán —un ajuste necesario y constructivo—, el resultado será un mercado más dinámico y abierto.

En un contexto global incierto, avanzar hacia un mercado nacional unificado mejora la eficiencia en la asignación de recursos y refuerza la competitividad interna. Al mismo tiempo, un mercado más integrado y transparente ofrece a los actores extranjeros un entorno predecible y accesible, permitiéndoles participar más plenamente y fomentando la competencia saludable entre regiones. Esta alineación entre eficiencia, apertura y competencia bajo el XV Plan Quinquenal está diseñada para fortalecer la resiliencia de la economía china.

Lin G. es comentarista económico de CGTN.

Dejá tu comentario