El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y su par francés, Emmanuel Macron, lanzaron el martes un plan para recaudar más de 1.000 millones de dólares para invertir en proyectos de economía sostenible en la Amazonía brasileña y francoguayanesa.
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La iniciativa fue anunciada al inicio de la visita de Macron a Brasil, donde se encontró con Lula en Belém, ciudad anfitriona de la próxima COP30 sobre cambio climático.
La visita de Macron a Brasil
La visita comenzó con un simbólico paseo en barco hacia la isla de Combu, donde ambos líderes visitaron una microempresa de producción de cacao, destacando así el potencial de la bioeconomía en la región. En una instantánea compartida por Lula en redes sociales, los presidentes, vestidos de blanco, estrechan manos mientras cruzan el río, transmitiendo un mensaje de unidad y compromiso.
El plan conjunto busca recaudar más de 1.000 millones de dólares de inversión pública y privada en los próximos cuatro años, centrándose en la conservación y gestión sostenible de los bosques amazónicos, así como en la valorización económica de sus territorios, con un enfoque en la participación de las comunidades locales e indígenas en la toma de decisiones.
Deforestación en la Amazonía
Para Lula, la lucha contra la deforestación es una prioridad, habiendo logrado reducir la destrucción de la selva brasileña a la mitad en 2023. Dada la importancia crucial de la Amazonía en la mitigación del cambio climático, se propone desarrollar un mercado de carbono para remunerar a los países que inviertan en la recuperación de sumideros naturales.
Además, Macron honrará al cacique Raoni con la Legión de Honor, destacando su papel como defensor de la Amazonía. Este viaje marca el primer encuentro oficial entre presidentes franceses y brasileños en más de una década, simbolizando un nuevo comienzo tras años de tensiones. Con Francia y Brasil como actores clave en la arena internacional, se vislumbra una cooperación renovada en un contexto de rivalidad global.