Los vendedores de combustibles de Maldonado agrupados en Vecoma rechazan las tarjetas de débito y crédito como medio de pago. Fundamentan esta decisión en que los hidrocarburos tuvieron «un 27% de aumento en los últimos 16 meses de este gobierno» y que, por este motivo, «los aranceles [de las tarjetas] subieron también un 27%». Así lo afirmó Nicolás Pascaretta, dirigente de Vecoma a varios medios en la última semana.
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A poco que se estudie este argumento, se hace evidente que los márgenes de los agencieros subieron también un 27%, con lo cual se concluye que su ecuación económica se mantiene incambiada. Y si profundizamos el análisis, podemos observar que, con los mismos costos energéticos, impuestos y salarios su ingreso de dinero es mayor en números absolutos, y aún más grande si consideramos que los precios de los combustibles han subido relativamente por encima de los demás productos de consumo.
Llegados a este punto debemos recordar que los vendedores de nafta de Maldonado no es la primera vez que toman una decisión de este estilo. Ya lo hicieron hace unos años con igual explicación y el acento puesto en los aranceles de las tarjetas. Es un hecho que estos han bajado y que existe un acuerdo firmado entre los bancos emisores y los comerciantes, entre los que se incluye la Unión de Vendedores de Nafta del Uruguay, Unvenu [a la cual pertenece Vecoma], para que en forma gradual se reduzcan los aranceles hasta llegar a un piso de 0,85%.
Concretamente, en abril de 2017 la Unvenu aceptó un cronograma de reducción progresiva de aranceles que se acordó con los emisores, en función del aumento de la venta con tarjetas para llevar el arancel de la tarjeta de débito a 0,85%.
El 31 de marzo AEBU emitió un comunicado en el cual alertó sobre «los daños que esta decisión empresarial provocará sobre un sector económico fundamental y sus trabajadores», una situación que «requiere la intervención del Poder Ejecutivo». También argumentó el sindicato que «los principios de libertad defendidos por el gobierno y toda la sociedad solo son plenos cuando todas las partes pueden ejercerlos. Finalmente AEBU concluyó que «esta decisión es absolutamente limitante de la libertad de los consumidores, y sus consecuencias negativas serán mucho más severas de extenderse al resto del país o a otras áreas de la actividad económica».
Cabe agregar que no es unánime el acatamiento de esta decisión de no aceptar tarjetas. Las reciben estaciones de servicio en los dos principales balnearios de Maldonado, Punta del Este y Piriápolis, y también en Pan de Azúcar y Gregorio Aznárez.