Hasta la residencia de Suárez y Reyes se trasladó la fiscal Gabriela Fossati el pasado 26 de diciembre para indagar como testigo al presidente de la República, Luis Lacalle Pou. El encuentro duró varias horas y giró en torno al caso Astesiano, exjefe de la custodia presidencial, vinculado a varios hechos delictivos.
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Según trascendió en Así nos va de Radio Carve, Fossati fue autorizada por el fiscal de Corte, Juan Gómez, para trabajar el 26 y 29 de diciembre, durante la feria judicial.
Entre las 10:30 y las 15:00 horas, tiempo que duró la indagatoria realizada en la residencia del mandatario -dada su potestad de declarar por escrito o pedir que se trasladen a su domicilio-, los cuestionamientos se centraron en varios hechos como por ejemplo los más de 400 kilos de pescado que llegaron a Uruguay como regalo para el presidente.
Recientemente Lacalle Pou trató de descomprimir la presión que el caso Astesiano ejerce sobre su gobierno. En la última reunión de gabinete trató de poner paños fríos en un ambiente cada día más tenso y aseguró a sus ministros que las repercusiones que tiene el escándalo de su excustodio, no afectan al gobierno.
"Este tema solo me cae encima a mí, pero no al gobierno", dijo palabras más palabras menos Lacalle a un grupo de secretarios de Estado que lo miraba en silencio.
"Ustedes quédense tranquilos que los golpes los absorbo yo", señaló el presidente tratando de bajar tranquilidad a un gobierno que no la pasa bien con las noticias que llegan día a día desde el teléfono de Astesiano.
La evidencia de que Astesiano le pidió a principios de julio a Barriel (el número 3 de la policía), todos los detalles sobre el viaje al exterior que realizaba Lorena Ponce de León, fue la gota que derramó el vaso.
Aunque el ministro del Interior insista en su insólita postura de que "se trata de asuntos privados", nadie compra su razonamiento, mucho menos cuando trascendió que se trató de frenar que la noticia apareciera en los portales de noticias.
Otro ingrediente grave para la posición del gobierno, lo aportó el abogado de Berriel quien afirmó que las instrucciones de Larrañaga a la policía fueron que lo que pedía Astesiano, debía manejarse como si lo pidiera el propio ministro.
El exdirector general de Secretaría del Ministerio del Interior, Luis Calabria, confirmó que existió un encuentro al comienzo del actual gobierno entre el fallecido ministro del Interior, Jorge Larrañaga , el subdirector ejecutivo de la Policía, Jorge Berriel, y el entonces jefe de la custodia presidencial Alejandro Astesiano, en la que se indicó al uniformado que debía colaborar con la seguridad de Luis Lacalle Pou.