Mabel Mallo, presidenta de la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (AFUTU) se refirió a la compleja situación que padecen los centros educativos en temas sanitarios, de seguridad y de atención psicológica.
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Mallo dijo a los Medios Públicos que está muy difícil la situación de muchos chiquilines, con realidades muy complejas. “Esta es una situación más que se da en una sociedad que se está descomponiendo. Esa descomposición está entrando a los centros de enseñanza. No hay cobertura médica en los centros educativos, si un chiquilín tiene un ataque de pánico no tenemos una ambulancia que venga que no tengamos cobertura cuando pasa algo, es grave”, denunció la docente y sindicalista.
Para la presidenta de AFUTU se necesitan más herramientas para enfrentar estas situaciones.
Habló también sobre los hechos violentos que vienen ocurriendo desde hace tiempo y puso como ejemplo lo sucedido hace unas semanas cuando una familia entró, literalmente, a los balazos a un centro educativo en Solymar.
“Necesitamos más recursos, más personal de limpieza, poner un policía en la puerta tampoco es lo ideal, además de ser caro para la UTU, no es lo ideal porque tendría que ser alguien entrenado, para funcionar y tratar a adolescentes, jóvenes, quizá un portero sí, y un poco más de patrullaje”, agregó Mallo.
“Hace dos años que en vez de utilizar el dinero del fondo que tenemos en libros, como lo hacíamos antes, lo utilizamos en canastas. Estamos al límite con chiquilines que llegan sin desayunar, sin comer, con padres sin trabajo, con muchos casos con situaciones de vulnerabilidad”, concluyó.