El senador Javier García no la pasó bien este año, perdió la interna para la presidencia del Partido Nacional con Álvaro Delgado y quedó muy expuesto por las irregularidades detectadas durante su gestión como ministro de Defensa en el caso Cardama, por eso, en el cierre del año salió a matar al gobierno de Yamandú Orsi.
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“Termina el año y no terminamos de saber qué quiere el oficialismo. El gobierno tiene una disputa ideológica entre los tupas y los bolches y el premio mayor es la cabeza del ministro de Economía que tiene un láser que le apunta”, escribió en su columna semanal.
Consideró que la situación se dejó en evidencia durante el debate por el Presupuesto. “Los impuestos aprobados fueron un mensaje para el Pit Cnt “tomá y no molestes”, dijo y agregó que los sindicalistas “lo tomaron, pero ahora van por más”.
Javier García contra el FA
“Lo que está en el candelero es el impuesto a los ricos, que tiene buen marketing pero una incidencia negativa para la inversión y la generación de empleo”, indicó y en seguida apuntó contra el ministro de Trabajo, Juan Castillo, que mandó al Parlamento un proyecto que obliga a las empresas a dar aviso anticipado de eventuales despidos.
“La sola existencia de esa posibilidad es el freno más inmediato para que un empresario, comerciante o emprendedor no se compre un problema empleando a alguien”, agregó.
Aludió indirectamente a Argentina y dijo que si un inversor tiene que elegir entre un país más barato y donde el Estado no se le mete en la administración de la empresa, “la elección será clara, lo que es vital para el trabajador y el empleo”.
Ahondando en su análisis consideró que, aunque públicamente se discuta el impuesto a los ricos, “el cangrejo debajo de la piedra” es la cogestión estatal de las empresas privadas.
Liderazgo de Orsi
Atribuye todo ello a la disputa ideológica y “la falta de liderazgo presidencial”.
“La línea está en disputa porque el poder se reparte entre varios sectores y subsectores y nadie ordena y manda. No es un tema de tropezón discursivo de Orsi, el tropezón es el rumbo”, expresó.
Por último apuntó contra el MPP y señaló que “se transformó en un grupo de muchachos con enorme poder político heredado de Mujica, pero sin Mujica”.
“Orsi es nuestro presidente, hay que cuidarlo, aunque no se deje o no lo dejen”, cerró el senador blanco.