La firma del contrato entre el gobierno y el Consorcio Aguas de Montevideo generó tensión entre el presidente Lacalle Pou y el presidente electo Yamandú Orsi. Mucho se habló de si era conveniente firmar el contrato o no, pero el presidente de la Republica lo terminó concretando.
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Esto generó malestar en el gobierno electo y el presidente electo, Yamandú Orsi, le envió una carta al mandatario Luis Lacalle Pou cuestionando la "oportunidad".
Según publica este sábado El País en la misiva, Orsi le escribió que "es conocida la posición crítica" de la coalición de izquierda y enumeró algunos elementos cuestionados como el financiamiento, el pólder previsto y el lugar donde se prevé la toma de agua en el Río de la Plata.
Más adelante, el presidente electo dijo reconocer que no se puede "esperar décadas para resolver" el problema del abastecimiento de agua potable en la zona metropolitana. "Pero también existen los tiempos políticos, y más allá de los contenidos concretos, que son los que técnicamente tendrán que ser analizados, hay una cuestión de forma y oportunidad que, en el caso de firmarse el contrato con la empresa dificulta el avance hacia una solución que reúna los más amplios acuerdos para un tema tan relevante", escribió.
La firma compromete al gobierno electo
"Es justo decir que desde el primer día de la transición usted ha expresado claramente su voluntad de dejar el contrato firmado. Y nosotros en todo momento hemos expresado que, así como está diseñado el proyecto no nos convence", agregó.
Luego Orsi insistió en que una "determinación tan importante" es "una señal más que inconveniente" y que "compromete en pocos días a las nuevas autoridades". "Diferente sería si existieran los consensos mínimos como para asegurar el rápido y eficiente resultado que el Uruguay necesita para el suministro de agua potable", añadió.
Por último, Orsi le solicitó al actual gobierno que "reconsidere e instrumente los mecanismos para evitar dar ese paso anunciado". Finalmente el acuerdo se firmó e implica la instalación de una toma de agua bruta en la zona de playa Arazatí de una planta potabilizadora, una reserva de agua dulce y una tubería aductora de agua tratada hasta los tanques de Cuchilla Pereira, para abastecer al sistema metropolitano. También se construirá un lugar para poner los lodos deshidratados, producto del proceso de potabilización del agua.
La iniciativa implica que OSE pagará unos US$ 50 millones anuales por 17,5 años, que suman unos US$ 900 millones.