Pese a que Romina Celeste obtuvo solo 28 votos de 71.751 en la interna de la juventud nacionalista, no es una militante más. No se trataba de un figuretti sacándose fotos con dirigentes desprevenidos; tuvo y tiene línea directa con Álvaro Delgado, Graciela Bianchi, Laura Raffo y otras figuras de primera línea de su partido. Romina fue impulsada junto a un chico llamado Bauti Gil (más ignorante que fascista) y obtuvieron entrevistas en importantes medios de comunicación; pero, pese a ello, en las internas tuvieron un fracaso oprobioso.
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Romina es una persona desquiciada, violenta y ultraderechista, por lo que no asombra que la senadora Graciela Bianchi le haya brindado todo su apoyo y criticara al Partido Nacional por no respaldarla cuando terminó encausada por escupir a una funcionaria municipal durante el acto de Luiz Inácio Lula da Silva en la Intendencia de Montevideo. La Justicia la condenó a siete meses de prisión, que se sustituyeron en régimen de libertad a prueba, por el delito de atentado especialmente agravado. La jueza dispuso, aparte de tareas comunitarias y disculpas públicas (las cuales dio con un lenguaje por debajo de lo terraja) que la militante realizara un tratamiento psiquiátrico ambulatorio para el control de las reacciones violentas. La forense del Instituto Técnico Forense determinó que Celeste tiene “agresividad y poca tolerancia a la frustración”.
Los blancos la usaron; pero no tardaron en descubrir que tenerla de aliada es más peligroso que conveniente; en primer lugar, porque ante cualquier discrepancia, no tiene problema en soltar la lengua y quemar a quien sea. La Policía no la molestaba (como hizo con varios frenteamplistas) cuando pintaba muros con mensajes de odio y los dirigentes del Partido Nacional la dejaban hacer (como dejan a Bianchi y Da Silva) porque era funcional a su objetivo de disputarle a Cabildo Abierto el voto de los ultras anti izquierdistas. Pues parece que el tiro les ha salido por la culata.
Como sea, Romina ha logrado uno de sus objetivos: ser famosa. Hace unos años, un sujeto se hizo famoso por escupir a celebridades; otros buscaron la fama convirtiéndose en francotiradores y asesinando a transeúntes. Sin embargo, no será sencillo para Romina convertir esa popularidad en votos, ya que milita en un partido que nunca ha disimulado su homofobia, más allá de alguna excepción que confirma la regla.
El caso Penadés
Antes de analizar este tema debo dejar algo bien claro: ratifico mi defensa del principio jurídico de que toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, por lo que espero que nadie infiera, de lo que viene a continuación, que estoy apuntando como culpable de pedofilia al senador Gustavo Penadés. Sin embargo, a medida que se acumulan testimonios, la situación del legislador se va complicando. Cada uno sacará sus conclusiones; pero recordemos que no es la primera vez que Penadés enfrenta acusaciones bochornosas. Años atrás fue señalado por haber acosado a un policía para tener sexo. Según el denunciante, Penadés le habría recordado que él era un senador de la república y preguntado a quién le iban a creer.
A la acusación pública de Romina Celeste Papasso se sumó la de un menor que radicó la denuncia junto a su madre, mientras que se han viralizado audios y videos con testimonios de otras víctimas de pedofilia. Algunos de estos audios han llegado al despacho del mismísimo presidente de la República.
No prescribió
Los delitos sexuales son difíciles de comprobar, ya que el paso del tiempo es el mejor amigo de los perpetradores. Sin fluidos (semen, saliva, sangre) a ser analizados por los forenses ni objetos con ADN del abusador, todo queda supeditado a la contundencia de los testimonios. También es difícil obtener otra clase de pruebas materiales como grabaciones de cámaras de videovigilancia de hoteles, casas o tránsito, sobre todo si las víctimas no dan las fechas exactas. El punto es que la fiscal no tendrá una tarea sencilla.
Algunos militantes nacionalistas han manifestado en las redes sociales que el delito denunciado por Papasso prescribió, ya que todo habría ocurrido hace 17 años, por lo que debemos aclarar que no es cierto. El artículo 78 de la ley 19.580 señala que en los delitos de abuso sexual y corrupción de menores “la prescripción de la acción penal se suspende mientras la víctima sea menor de edad y hasta que habiendo cumplido la mayoría de edad formule por sí la denuncia o ratifique la formulada por sus representantes legales durante su minoría de edad”. El plazo para la prescripción se debe contar, en el caso de Romina, a partir de 2011, con lo que aún faltan tres años para que el delito prescriba.
Penadés ha dicho que renunciará a su fueros cuando la justicia lo solicite. Bueno, es fácil pretender una actitud digna cuando es obvio que, ante un caso como éste, sobrarán los votos en el Palacio Legislativo para darle el desafuero. No serán muchos los legisladores que estén dispuestos a inmolarse con él. Incluso, nuestros representantes en el PARLASUR han recibido llamadas desde el exterior buscando información, puesto que Gustavo Penadés preside dicha organización.
Es casi un hecho que, cualquiera sea el veredicto de la Justicia, la carrera política del senador está llegando a su fin.
Defensas indefendibles
Luis Lacalle Pou cometió un hecho grave al manifestar que le creía a Gustavo Penadés, lo que significa que las personas que lo denuncian mienten. La misma Romina Celeste ha declarado que ya no apoya más al presidente, ya que luego de dedicar varios años de su vida a apoyarlo, ahora, indirectamente, le dice mentirosa y defiende a un pedófilo. ¿Qué sentirán el resto de los chicos, si es cierto lo que cuentan, al ver que el presidente de su país no les cree? Aparte de insultar a las víctimas, Luis Lacalle Pou presiona indirectamente a la fiscal. La máxima autoridad del Uruguay le está diciendo que va a estar acusando a una persona inocente.
En cuanto a la defensa esgrimida por el ministro del Interior, es un hecho más burdo y grave aún, ya que la Fiscalía tiene a la Policía como su principal auxiliar, y quien comanda a la Policía dice (sin haber investigado nada) que la acusación es una difamación. "Esto es una difamación y lo tiene que demostrar en la justicia", señaló en conferencia de prensa. ¿Qué hará un oficial cuando de Fiscalía llegue la orden de averiguar algo sobre el caso si su superior jerárquico le está diciendo que todo es mentira? Por si fuera poco, el director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior, Santiago González, también salió a defender a Penadés, por lo tanto, a acusar a la denunciante de mentirosa.
¿Se enfrentará ese oficial al poder?
No es la primera vez que Heber pretende presionar a la Justicia. Ya lo hizo cuando viajó a Durazno para respaldar en el juicio oral a los policías acusados de asesinar a Santiago Cor.
También el senador nacionalista Sergio Botana optó por opinar sobre el caso Penadés antes que la Fiscalía oiga lo que tienen que declarar todas las partes. «Es un bolazo total con la intención de dañar la imagen de un hombre de bien», expresó Botana en diálogo con 970 Noticias.
Debido a los cargos que ostentan, y por respeto a la separación de poderes, se tendrían que haber eximido de dar declaraciones.
Mención aparte, por lo asqueantes, merecen las palabras de Graciela Guido, miembro del Directorio del Partido Nacional, integrante del grupo de Mujeres Nacionalistas y fundadora de la Red de Mujeres Políticas del centro Josefa Oribe. “Lamento las declaraciones de Romina Celeste. Trabajé al lado del Senador Gustavo Penadés por 30 años. Trabajador incansable, solidario… Lamento que a los 13 años alguien esté en el Parque Batlle ejerciendo la prostitución. Que fácil es ensuciar a la gente” - señaló.
Traduzco: lo condenable es que un chiquilín de 13 años se prostituya y no que un veterano lo levante.
Será la Justicia la que, con las pruebas que pueda o no obtener, determinará si Penadés es culpable o inocente; o quizá no pueda demostrar ni una cosa ni la otra. Lo que no podremos evitar es que cada uno se forme su propia opinión con los elementos que ya están disponibles, y esos elementos son tan abrumadores que hasta Ignacio Álvarez, por esta vez, ha optado por no defender a un acusado de abuso sexual.
Cómo será la cosa…
Cuando finalizó su conferencia en el Palacio Legislativo, un periodista preguntó a Gustavo Penadés: -- ¿Niega explícitamente haber pagado a menores, Senador?
La respuesta fue tajante: - No.
Nada que agregar. Solo resta destacar que el que confía en Penadés es Lacalle, quien también confió en Alejandro Astesiano, en Germán Cardozo, en Adrián Peña, en Ache Batlle, en José Reyes…
Luego de los escándalos de Argimón amenazando a Cristino, de Isaac Alfie declarando contra su propio país, de jerarcas policiales caídos por corruptos, de Arbeleche beneficiando a su marido, de Aramendía beneficiando a Claro, de Carlos Moreira condicionando pasantías, del mismo Lacalle beneficiando a una tabacalera que aportó dinero para su campaña y de innumerables casos, surge este sórdido culebrón que opaca a los de Astesiano y Marset.
El Frente Amplio no tiene nada que ver con el descalabro del gobierno. Es el propio Partido Nacional que crea monstruos y luego no sabe qué hacer con ellos.
Romina fue su creación y ahora es su nueva pesadilla.
Que la disfruten.