Este jueves se cumple un mes de la suspensión aplicada por el Codicen a los profesores del Liceo 1 de San José.
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La medida, impuesta bajo una “supuesta” violación de la laicidad, fue impulsada por la directora del Liceo en 2019, archivada y vuelta a “desempolvar” por las nuevas autoridades.
Anunciada tres días antes del comienzo de clases, pero resuelta desde el pasado mes de diciembre, la resolución del Codicen despertó un rechazo generalizado en el departamento de San José, visible en la masiva convocatoria de respaldo y solidaridad con los profesores sumariados, por parte de la población del departamento.
El pasado 1 de marzo, ciudadanos maragatos, padres, estudiantes, ex alumnos y representaciones de diversos sindicatos, se hicieron presente en las puertas del Liceo No.1, para mostrar su rechazo a una sanción que es inédita en la historia de la educación pública nacional.
A un mes de aquellos hechos, los sancionados continúan esperando respuestas por parte de las autoridades de la educación.
Con motivo de cumplirse un mes de aquella decisión, este jueves 25 de marzo, se realizará una conferencia de prensa por parte de los profesores del Liceo No.1 que fueron separados del cargo, hace un mes atrás.
Los organizadores de la conferencia de prensa, han hecho llegar a Caras y caretas Portal el siguiente texto que reproducimos íntegramente:
“Nos cortaron las alas, pero no dejaremos de volar….
Hoy, 25 de marzo, se cumple un mes de la separación del cargo, un mes de aquel 25 de febrero en que fuimos notificados que no podíamos comenzar los cursos y se nos impidió la entrada a los liceos; nuestra segunda casa. Aún, continuando con la lucha por volver, nos falta en el día a día “estar”, “compartir”, “sentir esa hermosa vocación”, junto a estudiantes y compañeros de trabajo.
Ha pasado un mes, pero las emociones de aquel día siguen intactas, entre ellas “tristeza”, “impotencia”, y un “gran vacío que no se llena”. Emociones que se viven en los hogares, y se perciben en el rostro de cada uno.
Algunos dirán “lo hubiesen pensado antes”, “violaron la laicidad”, “se lo merecen” etc, etc, pero nos ampara un gran derecho, llamado internacionalmente “libertad sindical”.
¿Quién en su sano juicio, y con amor a su profesión, es capaz de hacer algo que lo puede perjudicar? y qué a su vez es su fuente de trabajo? Se nos acusa de algo que nunca hicimos, ni haríamos, y ¿qué mejores testigos que lo alumnos que han pasado año tras año por nuestras aulas? Porque un aula es un espacio compartido entre docente y alumnos, no un salón vacío, un patio o una vereda.
Hemos sido juzgados, por quienes desconocen nuestro compromiso docente, y nos desconocen como personas, atentando contra la dignidad humana, el respeto a la imagen pública y nuestra condición de docentes, sumando a lo expresado, el castigo económico.
Esto que estamos viviendo, “no debe vivirlo ningún trabajador” en un País democrático, por “expresar su opinión” y hacer uso de sus “derechos”, entre ellos el derecho humano a trabajar.
Nos castigaron con una exagerada medida cautelar.
Somos un grupo unido que se apoya, que lucha, que no baja los brazos, porque queremos estar ahí, en el aula, enseñando, apoyando, escuchando, aconsejando, y por, sobre todo, conteniendo afectivamente a aquellos jóvenes y adolescentes que nos necesitan.
¿Cómo la hemos peleado? Les contamos que se presentó una interposición por parte de nuestros abogados, un recurso de Revocación y Jerárquico contra la resolución, solicitando la suspensión de la ejecución del acto; el cual se encuentra afectado de “Nulidad” por razones de Forma y fondo, al resistirse a aceptar y negar una resolución tomada por el anterior Consejo, en la que se establecía “encomendar a la comunidad educativa a extremar cuidados en relación con los hechos denunciados” y solicitó archivar el expediente.
Revisar una resolución firme, o peor aún, ignorarla por el mero hecho de tener una visión filosófica o política diferente, no pasa la más mínima prueba de legitimidad desde la perspectiva de los Derechos Humanos. No se toma en cuenta y se borra el principio “non bis in ídem” (no dos veces por lo mismo) que prohíbe el doble juzgamiento por un mismo hecho.
Hasta la fecha no hemos tenido respuestas por parte de las autoridades de Secundaria y del Codicen con referencia a nuestro reclamo, ha primado el rotundo silencio; pero el desgaste emocional y daño moral hacia nuestras personas se encuentra latente.
Simultáneamente, nos hemos reunido con representantes de todos los partidos políticos, desde ediles, diputados, senadores, para hacerles conocer la situación, sintiendo de parte de ellos una posición de escucha y preocupación por lo perjudicial de dicha medida (exagerada) a la educación del departamento.
Ante este panorama, cuando se atacan las condiciones de vida más elementales, no tomando en cuenta las Normas y Convenios Nacionales e Internacionales, que regulan la libertad de opinión-expresión, en el ámbito de la relación de trabajo; es necesario convocar, con humildad, pero con total firmeza, a dar batalla en todos los campos posibles, para hacer frente a este tipo de resoluciones sancionatorias e injustas, y luchar en defensa del mundo del trabajo, su dignidad y sus valores solidarios.
Albert Camus nos exhortaba, «Tenemos que hablar. Tenemos que alzar la voz, para que nuestros hijos no se avergüencen de nosotros, ya que habiendo podido tanto, nos hemos atrevido tan poco”.
«Callar, en tiempo de injusticia nos convierte en cómplices de la injusticia”.
EL documento es autoría de los docentes del Liceo N°1, separados del cargo, el 25 de febrero de 2021.