Los trabajadores de la industria avícola están sumamente preocupados por algunas medidas que tomó el gobierno que lidera el presidente de la Repulica Luis Lacalle Pou. Todos los meses ingresan desde Brasil contenedores repletos de pollo congelado. Desde marzo, momento en que el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGP) habilitó a los importadores a superar el tope de 120 toneladas mensuales que regía desde hace 12 años, la cantidad de pollo brasileño no ha dejado de crecer.
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“Luego de que se liberó el límite de importaciones por mes entran más de 20 contenedores, solamente de suprema, desde Brasil. Eso equivale a 16 faenas de un solo frigorífico. Un frigorífico, de los cinco o seis que hay, no trabajaría la mitad del mes solamente por el ingreso de la suprema”, explicó a Ana Laura Martínez, integrante de un grupo conformado por la gran mayoría de los distribuidores avícolas de Uruguay. Para comparar, comentó que antes de que se quitara el tope, “más o menos entraban por mes dos contenedores de pollo entero y cuatro de suprema”.
Pot su parte Juan Balbi, otro integrante de los distribuidores avícolas, aseguró que “nunca, la avicultura en los 60 años que hace que en Uruguay está instalada se había sentido tan amenazada”.
Afirmó que desde que en marzo de este año el gobierno decidió liberar la importación de países vecinos han ingresado 3.300.000 kilos de cortes de pollo. “El mercado está totalmente saturado”, sostuvo.
Balbi indicó que el producto que ingresa desde Brasil al 50% del costo que hoy tienen los frigoríficos uruguayos, y que no se refleja en el precio al consumidor final. Habló de una “ganancia desmedida” de carniceros e importadores.
El distribuidor aseguró que el producto nacional es mejor y que no tiene problemas por el corte de la cadena de frío como los pueden tener los cortes importados.
Como respuesta a esta situación, trabajadores de la industria de carne avícola se movilizarán este jueves a las 15.30 desde la esquina de Paraguay y Colombia hacia la sede del MGAP. El objetivo es que se vuelva a poner el mismo tope que tenían antes las importaciones porque entienden que hasta hace poco se pudo trabajar con esta medida vigente y “todos convivían y tenían trabajo”.