El anuncio tan esperado de OSE de la culminación de las obras sobre el río San José, finalmente llegó hace un par de días. Las obras que llevarán agua hasta el río Santa Lucía, están en su recta final, no obstante, llega algo tarde considerando la recuperación de Paso Severino, los niveles de precipitaciones de finales de julio y el anuncio de mejores pronósticos para la primavera. Así lo confirmó a Caras y Caretas Marcel Achkar, docente de la Facultad de Ciencias, investigador del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales e integrante de la organización de Red Amigos de la Tierra.
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"La obra en el San José es un síntoma más de las improvisaciones que se han hecho, porque primero está totalmente fuera de tiempo. Esas obras deberían haber sido hechas o hubiera sido razonable hacerlas en enero o febrero para evitar lo que pasó entre marzo y junio. Hoy estando a unos meses ya de que se regularicen las precipitaciones, no tiene mucho sentido", sentenció Achkar.
Muchos miembros de la Academia habían advertido que se llegaría a este punto de emergencia hídirca si no se prevenía, pero lo evitable sucedió. Achkar formó parte de un grupo de científicos que en agosto de 2022 advirtieron del desabastecimiento de agua potable; advertencia que llevaron a un manifiesto en octubre de ese año, que fue firmado por diferentes miembros del Instituto de Ecología y Ciencias Ambientales (IECA) de la Facultad de Ciencias y del Centro Universitario Regional Este (CURE), ambos de la Universidad de la República. En ese documento se expresaba que era "imprescindible" mejorar el estado del ambiente de las cuencas usadas como fuente de agua potable y cómo hacerlo.
Considerando que el problema ya está instalado hace meses, y que se espera que las precipitaciones se regularicen para fines de setiembre, el investigador remarcó: "Las reservas de Paso Severino con las lluvias de julio aumentaron, lo que es necesario es resolver el abastecimiento de agua segura y potable a algunas poblaciones del área metropolitana, en forma urgente y no estar siguiendo con estas improvisaciones que no resuelven el problema, porque para cuando terminen de hacer las perforaciones y de lograr hacer funcionar esto seguramente ya se regularizó o está cerca de regularizarse las precipitaciones".
En esa misma línea cuestionó que "en lugar de comenzar las obras estas tan tardíamente en el tiempo", se debió "poner en funcionamiento los camiones cisterna de OSE para abastecer a las poblaciones que realmente lo necesitan" y afirmó que hubiera sido totalmente distinto si las obras se hubieran planeado para enero.
Riesgo latente
Vecinos de San José denunciaron que se realizaban perforaciones cercanas a las obras de OSE, donde se realizaron cuatro pozos para extraer agua en del acuífero Raigón a fin de aumentar el caudal del río y se pretendía hacer unas 100 perforaciones en total. La situación llevó a que el diputado frenteamplista Nicolás Mesa realizara una solicitud de acceso a la información pública. Marcel Achkar, consultado por Caras y Caretas al respecto, lo calificó de un "disparate mayor", teniendo en cuenta que se trata de un acuífero que ya está sobreexplotado, lo que podría configurar hasta un escenario de escasez de agua en el acuífero a futuro.
"El acuífero Raigón ya tiene problemas de sobreexplotación, intrusión de agua salina, contaminación, descenso del nivel de agua que tiene el acuífero. Entonces, agregarle ese número de pozos para extraer y además no trabajar sobre el resto de las extracciones que se vienen haciendo del acuífero, significa sobreexplotar más el acuífero y eso va a generar problemas. Nosotros deberíamos, como país, estar trabajando en un plan de gestión sustentable del acuífero Raigón en serio", remarcó el investigador.
Por otra parte, en el lugar de las obras no se hicieron los estudios ambientales correspondientes. El propio subsecretario del Ministerio de Ambiente, Gerardo Amarilla, reconoció que no se hicieron por "falta de tiempo" y expresó que "están cuidando que todos los impactos ambientales que se puedan prever sean los mínimos posibles y además se puedan revertir". Respecto a esto, Achkar consideró: "Creo que la afirmación es temeraria sin estudios en profundidad. Con la información que está disponible, decir que los impactos se serían fácilmente reversibles es un disparate".
Si bien Achkar explicó que con respecto a los impactos que tendría el Raigón deberían estudiarse y no hay forma de estimarlos sin estudios; en el caso de la construcción de la represa, enterramiento de la tubería, la colocación de las bombas sobre el monte nativo y la flora y la fauna allí, afirmó: "Eso va a generar daños irreversibles, sin duda".