En el primer semestre de 2023 se registraron unos 20 mil desempleados más que en el mismo periodo del año 2022, según un informe reciente sobre la situación del mercado de trabajo que publicó el Instituto Cuesta Duarte (Pit-Cnt). Sobre este tema dialogó Caras y Caretas con Pablo Da Rocha, asesor económico del equipo, quien explicó qué factores incidieron en el deterioro del mercado laboral y cuales son las expectativas para el resto del año.
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De acuerdo al estudio, en el primer trimestre del 2022 la tasa de desempleo promedio marcó un 7,4%, mientras que en el mismo periodo de este año alcanzó un 8,4%, cifra que "se corresponde con unos 154.000 desempleados, unos 20.000 más respecto a un año atrás".
Cuesta Duarte explica que "la tasa de desocupación viene mostrado una tendencia creciente desde fines de 2021, un fenómeno asociado tanto al estancamiento en el nivel de empleo como a la recuperación de la cantidad de personas disponibles para trabajar".
Además, señala que "la tasa de desempleo es más alta para las mujeres" aunque "la brecha en relación a la desocupación masculina ha tendido a reducirse en los últimos trimestres". Informan que en el último trimestre de 2019 la tasa de desempleo femenina fue un 48% más alta a la de los hombres, mientras que en los primeros tres meses de 2023 la diferencia se redujo a un 20%.
Por otro lado, el estudio confirma que los niveles de desempleo son significativamente más altos entre las personas jóvenes: “a febrero de 2023, la tasa de desocupación entre los menores de 25 años se ubicó próxima a 24%, un valor muy superior a los registrados en los demás tramos etarios. Para las personas de entre 25 y 29 años, la tasa de desocupación se ubicó en 10,8%”.
Asimismo, se registraron mayores tasas de desempleo en las personas con menor nivel educativo alcanzado. “En febrero, la tasa de desempleo se ubicó próxima a 10% para quienes no lograron terminar ciclo básico y a 9% para aquellos que no culminaron educación terciaria. Para las personas con educación terciaria completa, la tasa de desempleo fue de 3%”.
Otro dato que destaca Cuesta Duarte refiere a las diferencias en la tasa de desempleo según el corte regional. “Los departamentos que en el trimestre móvil a febrero de este año registraron tasas de desocupación más altas fueron Salto (14,2%), Río Negro (13,4%) Artigas (12,7%) y Soriano (12%)”, situación que atribuyen a “las dificultades en la frontera asociadas al consumo creciente del lado argentino causado por los precios más bajos”.
¿Por qué Uruguay tiene 20.000 desempleados más que en 2022?
Lo primero que observamos es que, durante el primer año de pospandemia, en términos generales, hubo un proceso de recuperación del mercado de trabajo, tanto en cantidad como en calidad. Inmediatamente, empezamos a detectar un lento pero persistente proceso de deterioro en el mercado de trabajo, también tanto en cantidad como en calidad. Esta situación nos interpeló acerca de cuáles pudieron haber sido las causas. Lo que nosotros hemos identificado, como elementos hipotéticos, es que la cantidad de puestos de trabajo que mejoraron y que permitieron igualar los niveles prepandemia están fuertemente vinculados a aspectos coyunturales, como los jornales solidarios, los puestos del Plan ABC [Intendencia de Montevideo] y algunos impulsados por la construcción, que tienen que con las obras para el ferrocarril central y las de UPM. Ahí hubo un gran repunte del mercado de trabajo, pero con esta característica que podríamos decir coyuntural. La pregunta qué nos planteamos es que iba a suceder cuando finalizaran, por ejemplo, los jornales y solidarios que, de alguna manera, han permitido que la caída no sea mayor. Actualmente puede afirmarse que el cese de algunos de estos puestos de trabajo, como la finalización de lagunas obras, se vio reflejado en el mercado de trabajo, ya que el desenvolvimiento de la economía no ha permitido crear puestos de trabajo genuinos, en el sentido de persistentes en el tiempo.
Entonces, no hay expectativas en la recuperación del mercado laboral
Está claro que los sectores que suelen ser más dinámicos, y que ocupan más mano de obra, no son los que están acompañando el proceso de crecimiento económico. Por lo tanto, nada nos indica que esta situación del mercado de trabajo se revierta en el futuro, sino que, por el contrario, persistirá este deterioro lento, pero deterioro al fin. El sector del comercio, por ejemplo, que es el que suele emplear a la enorme mayoría, tiene una contraparte en la que muchas veces se activa, pero no genera puestos de trabajo nuevos debido a factores como las caídas en los ingresos. No nos olvidemos que venimos de tres años de caída del poder de compra, tanto de jubilaciones como de salarios. Recién este año inició, muy lentamente, un proceso que no es de crecimiento del poder de compra, sino de lenta recuperación, incluso en sectores que no han logrado alcanzar los niveles de capacidad de compra previos a la pandemia, lo que también se expresa en el mercado.
En declaraciones a la diaria, el director nacional de Empleo, Daniel Peréz, dijo que era “normal” el aumento de desempleo en marzo, y que actualmente hay más puestos de trabajo que en 2018 o en la prepandemia
Cuando uno observa los datos puede dar cuenta de que existen ese tipo de situaciones en determinados meses en el año. En general, nuestros análisis tratan de eliminar el factor estacional. También es cierto que en determinados meses, cuando opera la ronda de los consejos de salarios y empiezan a tener vigencia en los convenios colectivos, hay un repunte en los ingresos y en el poder de compra, pero nosotros mostramos los datos de manera interanual, con promedios comparables. La situación del deterioro del mercado de trabajo no es un dato de un mes ni siquiera de un trimestre, sino que es de un largo proceso. Desde el año 2021 hasta la actualidad se ha registrado un persistente el proceso de deterioro y caída de los puestos de trabajo. La contradicción es que durante la pandemia no solo hubo una pérdida de los puestos de trabajo, sino también una caída del producto, con cierre de establecimientos, mientras que el deterioro actual del mercado se está dando en un proceso de expansión económica.
El informe también señala que las tasas de desempleo siguen siendo más altas en mujeres, jóvenes y personas con menor nivel educativo
El dato global es que el desempleo impacta mucho más en mujeres que en hombres y también impacta mucho más entre jóvenes que en personas de edad más activa. Eso es una cuestión de carácter estructural en nuestro país y diría que casi a escala global. Lo que se debe analizar es cuáles han sido las tendencias a largo del tiempo, ya que estas diferencias solamente se pueden evitar con políticas focalizadas. Considero que durante la gestión frenteamplista, con la instrumentación de políticas focalizadas, se experimentó una leve mejoría, tanto en la inclusión de los jóvenes como de las mujeres. La actual administración se ha caracterizado por la ausencia de políticas activas de empleo. Es un gran debe en el marco post-pandemia y en el marco de desenvolvimiento de la economía. Lo más destacado es la mejora de los niveles de informalidad (cotizantes al BPS) que si bien siguen siendo elevados (alrededor de 20%, mostró una leve mejoría). Aunque sus causas merecen un mayor análisis.
¿Y cómo se explican las altas tasas de desempleo en los departamentos fronterizos?
Claramente podemos identificarlo con fenómenos de carácter coyuntural geopolítico, que tienen que ver con las características de la diferencia de cambio entre Argentina y Uruguay. La situación con Argentina no solamente tiene estos impactos desde el punto de vista del empleo, sino también en el consumo. Es decir, hubo un aumento en el consumo, sobre todo en estos lugares, y uno podría preguntarse cómo es posible este aumento en el marco de una caída de los ingresos. Esto tiene que ver con que se ha optado por cruzar la frontera. La recaudación en nuestro país cae, sobre todo en estos lugares, aunque aumente el consumo, porque lo que aumenta es la recaudación en Argentina debido al consumo de los y las uruguayas en la frontera. A esto se suman las dificultades del gobierno para instrumentar una serie de medidas que tiendan a evitarlo.
A la luz de estos datos, ¿cuáles son los desafíos que tiene por delante del mercado laboral?
Para generar nuevos puestos de trabajo es necesaria la inversión. Es decir, nuestro país debe reorientar su actual política económica. Creo que la está focalizando a las exportaciones, que en nuestro país son sobre todo exportaciones de origen primario que es un sector que genera muy pocos puestos de trabajo. Se debería promover otro tipo de matriz de crecimiento. En ese sentido se necesita inversión, incluso en sectores de actividad que sean más intensivos en mano de obra, lo que directamente va a generar nuevos puestos de trabajo que, además, serían persistentes. De otro modo, seguramente, no haya mejora en el mercado de trabajo, pueden darse leves movimientos al alza o a la baja, pero para que haya una tendencia persistente de mejora es necesario el estímulo a la inversión en sectores de actividad intensivos en mano de obra. El otro factor, ya que no solamente importa la cantidad, es la calidad. Es decir, dónde se ubica esa inversión, que debería ser no solamente donde hay mayor mano de obra, sino donde se genere mayor valor agregado. Hay que hacer una gran apuesta a la educación, a la mejora de perfiles y a la calificación de los trabajadores, que además de valor agregado mejora la posibilidad de mayores ingresos. Otro factor clave es que se requieren políticas focalizadas de estímulo para jóvenes y mujeres, para atender esa situación de que las tasas de desempleo femeninas tienden a duplicar a la de los hombres. Se necesita la intervención del Estado, que no ha generado programas ni políticas para revertir esas diferencias. Ha dejado todo librado al mercado y el mercado tiene estos comportamientos que terminan siendo coyunturales, volátiles y que, además, no resuelven los problemas de los uruguayos.