Una operación policial desentrañó una trama de fraude televisivo que operó en las sombras durante años. La investigación, desencadenada por la denuncia de un operador de televisión para abonados, reveló un sorprendente entramado de engaño liderado por la empresa "TV América".
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
Desde el año 2005, esta entidad ofrecía servicios de televisión por cable dentro del Complejo América, ubicado en el barrio Colón. El costo mensual de este servicio era de 500 pesos por lo que resultaba en una oferta tentadora para los residentes.
Sin embargo, tras la denuncia presentada por el operador de televisión para abonados, las autoridades comenzaron una investigación minuciosa que destapó la verdad oculta detrás de esta oferta. La Unidad Reguladora de Servicios de Comunicaciones (URSEC) se sumó a la indagación, proporcionando un expediente crucial que revelaba la ilegalidad del servicio que "TV América" estaba proporcionando.
La operación se intensificó cuando el Departamento de Delitos Contra la Persona de Zona Operacional IV ubicó y allanó la residencia de un individuo de 46 años, identificado como el principal sospechoso. Allí, se encontró una antena parabólica utilizada para captar la señal de la empresa denunciante, corroborando la veracidad de la denuncia original. Los cables que se dirigían desde la vivienda del sospechoso hacia los diferentes apartamentos del Complejo América reafirmaron la implicación de esta red en el fraude.
Con el permiso del sospechoso, se procedió a inspeccionar su apartamento, donde se encontraron tres racks repletos de receptores satelitales que eran utilizados para la retransmisión de la señal ilegal. Los engranajes de esta trama de fraude comenzaban a cobrar forma, y la captura de otro individuo de 40 años en el domicilio reforzó aún más la magnitud de la operación ilícita.
La intervención culminó con la incautación de una antena y ocho receptores satelitales, que representaban los instrumentos clave de esta red fraudulenta. Además, la ubicación de boletas de cobro en el lugar puso al descubierto la sofisticación con la que operaba este esquema ilegal.
La Fiscalía de Flagrancia de 3° Turno dispuso la liberación de los dos detenidos pero emplazó al individuo de 46 años a enfrentar las consecuencias legales de sus acciones.