La iniciativa «En tu nombre» que presentó la ONG Luz del Cielo está en discusión en la Comisión Población, Desarrollo e Inclusion donde también se encuentra el proyecto de ley «Nacidos sin vida», que ingresó por medio de las senadoras de la coalición multicolor, Carmen Sanguinetti y Carmen Asiaín.
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En diálogo con este medio, Ana Clara Sánchez y María Elena Berón de Luz del Cielo explicaron que cuando se presentaron en el Parlamento las senadoras de la coalición sugirieron unificar ambos proyectos dando por entendido que trataban la misma problemática, pero esta idea, enfatizaron, es errónea porque «son dos proyectos muy distintos».
Diferencias irreconciliables
Las integrantes de la ONG subrayaron que «no hay forma de conciliar» dos propuestas que tienen objetos diferentes. «El proyecto de mortinato En tu nombre se basa en el reconocimiento social, simbólico de las personas gestantes. Esa es la primera diferencia sustancial con el proyecto de las senadoras», precisó Sánchez.
Hablan de «reconocimiento político», porque consideran que «la muerte fetal es un tema que nos ocupa a todos» y entienden que el reconocimiento frente a la muerte fetal «es fundamental», ya que «es parte del proceso reproductivo de 300 familias al año».
Por otro lado, contaron que el punto de partida de el proyecto «En tu nombre» fue la Ley de Salud Sexual y Reproductiva, de la cual no pretenden modificar nada, sino agregar la posibilidad de darle un nombre a hijas e hijos, definir un protocolo para humanizar la muerte perinatal, así como establecer el derecho a la licencia maternal y paternal cuando sucede una muerte fetal y la retroactividad.
Actualmente, desde la semana 20 de gestación se entrega el cuerpo y certificado de defunción a los gestantes, lo que habilita a cremar o inhumar los restos, pero se hace de forma anónima: hijas e hijos figuran como óbito fetal. «Nosotros creemos que, a partir de la posibilidad de dar un nombre, se nos reconoce como madres y padres», explicó Sánchez.
Por su parte, Berón acotó: «Nuestra ley se basa en la Ley de Mortinato. Esta concepción no la inventamos nosotros, ya está estipulado en el país y a nivel internacional que un mortinato se define a partir de semana 20 o cuando pesa 500 gramos o más. El reconocimiento que buscamos es la base para que se reconozcan derechos de madres y padres».
Revictimizar
El proyecto de las senadoras de la coalición Nacidos sin vida tiene como objeto, en términos generales, reconocer el “derecho de los progenitores a optar por la inhumación o cremación de sus hijos nacidos sin vida”, en cualquier etapa de la gestación.
Frente a esta propuesta, las integrantes de la ONG Luz del Cielo opinaron: «Ir por menos semanas es vulnerar derechos adquiridos y volver a discusiones que Uruguay ya tuvo, que no fueron gratuitas y que derivaron en dos consensos en lo que refiere a desde dónde marcamos hitos en las semanas de gestación: la semana 12 y la semana 20. Nos parece que bajar las semanas es un capricho que vulnera derechos».
«El proyecto Nacidos sin vida está revictimizando a la madre, ya que pretende legislar las muertes tempranas, desde el inicio de la concepción hacia adelante, pues no está explicitado de forma contraria. Esto sería legislar sobre el derecho de los padres para inhumar restos de una Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE). Las senadoras plantean que cualquiera de los progenitores podría reconocer ese hijo para inhumarlo, mientras que una mujer decidió interrumpirlo», cuestionaron.
«Está bueno que se quiera legislar sobre muertes tempranas en nuestro país, pero no todo en el mismo proyecto porque no es lo mismo una muerte de más de 30 semanas que un mortinato o una pérdida temprana, ya que, estas últimas, a nivel médico en Uruguay, están definidas como aborto».
«La senadora Sanguinetti planteó, solapadamente, que iba a utilizar lo mejor de nuestro proyecto para unirlo con el de ellos. Nos parece que no es ético ni políticamente coherente usar ideas de un proyecto que está pensado para mortinato para otro de menos semanas de gestación», cuestionaron.
Aborto y moralidad
Para las entrevistadas, el proyecto «Nacidos sin vida» busca «una especie de moralidad en la muerte». «Plantean que la cremación del feto es obligatoria y, si los padres no la aceptan, el prestador salud está obligado a hacerlo. Lo que está por detrás de este proyecto no es ni más ni menos que una legislación moral sobre lo que la mujer debe hacer cuando realiza un aborto cuando esa decisión es siempre un derecho de la mujer. Se quiere discutir sobre algo que ya se discutió y están usando nuestro proyecto para eso».
«Nuestro proyecto quiere pone sobre la mesa la muerte perinatal en Uruguay, eso es lo que busca nuestra organización co esta propuesta. Que se contemple la salud mental, el puerperio de las mujeres que cursan un embarazo desde la semana veinte, se trata de un proyecto integral que abarca todas las áreas, no solo el derecho de inhumar restos y de determinar quien se debe hacer cargo de eso», remarcaron.
«La coalición firmó un compromiso país donde se comprometió a no tocar derechos adquiridos y de aprobarse el proyecto Nacidos sin vida se estarían tocando», concluyeron.