“Esta medida afecta de forma profunda a las personas más vulnerables de nuestra ciudad”, sostienen. El elenco de “Una esquina del mundo” está integrado por niñas, niños, adolescentes y personas mayores, de entre 3 y 88 años, muchos de los cuales iban a pisar por primera vez un escenario profesional.
El comunicado también subraya el carácter simbólico de la jornada. La fecha estaba pensada como una instancia histórica para vecinos y vecinas de los barrios más alejados del centro, quienes por una noche iban a ocupar un lugar que consideran “de todos”, en el principal escenario público del país.
La lucha ha recaído en los más vulnerables
“Estamos profundamente conmocionados y sin saber cómo contener esta tristísima realidad”, expresan. El malestar no se limita al equipo organizador, sino que se extiende a las familias y comunidades que habían acompañado el proceso creativo durante meses y que ahora enfrentan la frustración de una suspensión comunicada a último momento.
Otro de los ejes del descargo es el llamado a la empatía entre trabajadores. En el texto se insiste en que la lucha gremial, legítima en su origen, terminó afectando a quienes no forman parte del conflicto y que, sin embargo, sufren de lleno sus consecuencias.
“Sentimos que su lucha ha recaído sobre las personas más vulnerables de la sociedad, y que no se lo merecen”, afirma el documento, que busca poner rostro humano a una decisión que, para Esquinas, no fue meramente administrativa ni abstracta, sino profundamente emocional y social.
“Esperamos puedan sentir todo lo que implica la medida que han tomado”, concluyen, con la expectativa de que el diálogo permita reparar, de algún modo, el daño generado.