El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió el restablecimiento de las relaciones con el gobierno de Venezuela y aseguró que el dirigente opositor Juan Guaidó es un presidente "inexistente" ya que "no tiene control" de su país.
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Colombia y Venezuela, que comparten una frontera de 2.219 kilómetros, no tienen relaciones diplomáticas desde el 23 de febrero de 2019. Desde ese momento el gobierno de Venezuela acusó a Duque de tener planes terroristas en su contra, mientras que el saliente gobierno colombiano denunció que Maduro permitía el refugio de disidencias de las FARC en territorio venezolano.
Un "presidente" inexistente
"Es como en la metáfora de la caverna de Platón. Lo que Platón hace mucho tiempo le demostró a la gente: miren cómo estas sombras se mueven pero son irreales, inexistentes", apuntó Petro en una entrevista con la revista Semana. Al ser interrogado respecto a si Guaidó era un presidente inexistente, el presidente de Colombia respondió tajantemente: "Sí, claro. No tiene control en Venezuela".
Guaidó le reprochó el viernes pasado a Petro la retirada del reconocimiento como presidente de Venezuela en favor de Maduro. "Hubiese esperado que su primera decisión no fuera acercarse a quien hoy ampara el terrorismo mundial en Venezuela", dijo Guaidó en una rueda de prensa en la que también aseguró que buscará establecer "mecanismos formales de comunicación" con Petro y su flamante gobierno.
En su entrevista con Semana, Petro consideró que entre Colombia y Venezuela "ya hay un flujo normal, ahora hay que ampliar eso hacia el tema del comercio, hacia el tema de la producción". Tras la ruptura entre las relaciones de los países vecinos en 2019, la administración de Petro, que asumió el siete de agosto, reconoció a Maduro como presidente venezolano.
Al igual que Estados Unidos, el gobierno del presidente Iván Duque reconocía a Guaidó como presidente legítimo de Venezuela y calificaba a Maduro de dictador.
Relaciones diplomáticas
Tres días después de ganar las elecciones presidenciales en junio, Petro anunció que se comunicó con el gobierno venezolano "para abrir las fronteras y restablecer el pleno ejercicio de los derechos humanos" en las zonas fronterizas. Hacia fines de julio el canciller designado de Colombia, Álvaro Leyva, y el de Venezuela, Carlos Faría, se reunieron y acordaron establecer una agenda de trabajo para la normalización de las relaciones diplomáticas en todos los niveles una vez que Petro asumiera la presidencia.
Maduro no pudo asistir a la jura de Petro como nuevo presidente de Colombia ya que el gobierno saliente no quería invitarlo y Petro aceptó esa decisión. Pese a ello, el día del cambio de mando el presidente venezolano reiteró su disposición de reconstruir las "relaciones de hermandad y cooperación entre Colombia y Venezuela".
El jueves pasado Petro anunció la designación del exsenador Armando Benedetti como nuevo embajador de Colombia ante Venezuela, en respuesta a Maduro, que poco antes había nombrado al excanciller Félix Plasencia como su representante diplomático ante el país caribeño. Petro destacó que Benedetti tendrá el objetivo de "restablecer la institucionalidad que existía desde décadas antes".
"Lo sorprenderé cuando lleguemos a diez mil millones de dólares en intercambio comercial, cuando beneficiemos a los más de ocho millones de colombianos que viven en la frontera", sostuvo Benedetti en redes sociales al agradecer su nombramiento.
Frontera caliente
La normalización del vínculo entre Colombia y Venezuela incluye, además del proceso diplomático, la apertura de la porosa frontera de más de dos mil kilómetros que está cerrada para los vehículos desde 2015 y parcialmente abierta para los peatones desde finales del año pasado. Esta extensa área ha estado marcada también por años de violencia, con presencia de guerrilla, paramilitares y narcotráfico.
Duque acusó a Maduro de dar refugio a disidentes de las disueltas FARC y a organizaciones vinculadas a la droga, lo que el mandatario chavista negó, a la vez que denunció conspiraciones de Bogotá para derrocarlo e incluso asesinarlo. En marzo de 2021, combates en Apure entre militares venezolanos e irregulares colombianos dejaron 16 uniformados muertos y miles de civiles desplazados.
Las fuerzas colombianas denunciaron igualmente violaciones a su territorio por parte de militares venezolanos. En agosto de 2021 detuvieron a dos soldados acusados de cruzar armados de manera irregular.
El cierre de los pasos binacionales ha llevado además a la apertura de caminos alternos, llamados trochas, por donde transitan miles de personas y millones de dólares en mercancía de contrabando. "Votamos por la paz en Colombia y seguimos haciendo todos nuestros esfuerzos para mantener la frontera limpia", sostuvo al respecto el ministro de defensa venezolano, Vladimir Padrino López.
Otro de los puntos álgidos en la relación bilateral es Monómeros, filial de la estatal Petroquímica de Venezuela (Pequiven) en Colombia. Monómeros anunció el martes pasado el levantamiento de una medida de control que el gobierno colombiano le impuso en 2021 por "situaciones críticas de orden jurídico, contable, administrativo y económico". Duque le había transferido el mando de la compañía en 2019 a Guaidó.
(Vía Página 12)