Cazenave fue capturado por agentes de Interpol y quedó a disposición de la Fiscalía que determinó su prisión administrativa mientras se espera el pedido de extradición del vecino país. La medida adoptada fue la misma que a los otros dos uruguayos que ya habían sido detenidos por el mismo caso, en Malvín Norte y Colón (Montevideo), el 16 y 19 de agosto pasado, respectivamente.
Los tres detenidos son integrantes de la barra de Nacional conocida como La Banda del Parque.
El primero en ser detenido fue Alan Lorenzo, en su casa del barrio Colón.
Ese mismo día, autoridades argentinas detuvieron a Alejandro López en Villa Paranacito, Entre Ríos, sospechoso de oficiar de lanchero de la organización criminal para cruzar a los miembros de Uruguay hacia Argentina y viceversa. Antes, López estuvo preso cuatro años y medio por un delito de narcotráfico, justamente, por intentar cruzar 12 kg de cocaína desde Argentina hacia Uruguay, por el río Uruguay.
La captura de Lorenzo fue producto de un requerimiento de la Justicia argentina y de la oficina de Interpol de ese país que emitió una alerta roja para su detención.
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Alan Lorenzo al momento de su última detención.
Lorenzo estaba siendo buscado porque sus huellas dactilares fueron levantadas por la Policía argentina en el depósito alquilado por la banda (integrada por unos diez hombres, entre uruguayos y paraguayos) en Chacabuco 535/547, desde donde comenzaron a cavar el túnel de más de 150 metros de largo y 3,60 metros de profundidad -que los llevaría a las cajas de seguridad de banco, ubicado en Chacabuco 444-.
El túnel fue detectado el pasado 7 de agosto de manera fortuita por un repartidor de mercadería que llegaba a un café para hacer una entrega sintió un ruido debajo de su camioneta y, al bajar del vehículo, vio una varilla de hierro que sobresalía de la calle de adoquines. Intentó tomarla y sacarla hacia afuera, pero algo la cinchaba hacia abajo y entonces alertó a la Policía que luego descubrió el enorme túnel.
Fuentes de la investigación acreditaron a La Nación que “detrás del plan criminal, había una banda bien estructurada, cuyos integrantes tenían roles definidos” y Lorenzo tenía un rol importante dentro de la estructura de la organización que pretendía robar 30 millones de dólares de las cajas fuertes del banco argentino.
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El túnel que excavó la banda en San Isidro.
Por las dimensiones del trabajo observado, los investigadores creen que estuvieron cavando cerca de un año y que el robo estaría por cometerse el próximo fin de semana (del hallazgo), puesto que el boquete estaba aproximadamente a 10 metros del banco.
Además, detallaron que en el depósito “fueron encontrados planos donde había información sobre los sensores del sistema de alarmas instalados en el local.
Luego de una audiencia llevada a cabo en Montevideo, la Fiscalía de Flagrancia de 1er turno, a cargo de Fiscal Fleitas, solicitó la prisión administrativa (en Uruguay) de Lorenzo por 30 días, a la espera de que Argentina proceda con su extradición.
Tres días después fue detenido en Malvín Norte, Nicolás Carpani, otro integrante de la organización criminal (y de la barra de Nacional) que pretendía robar en la sucursal del Banco Macro en San Isidro y esperará su extradición, al igual que los otros, preso en Uruguay. En 2018, Carpani y Lorenzo fueron compañeros en el Club Atlético Platense, de la Primera División Amateur del Fútbol Uruguayo.
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Nicolás Carpani jugó al fútbol junto a Lorenzo en el club Platense antes de que ambos cayeran presos por rapiñar un camión paraguayo con cocaína.
El doble homicidio en Tres Ombúes
Lorenzo, uno de los jefes de la barra de Nacional (con pasado en la barra de Cerrito), cuenta con cinco antecedentes penales y por el último de ellos (por rapiñar 12 kg de cocaína a un camión paraguayo) estuvo preso desde junio de 2019 hasta febrero de 2023.
Pero también fue investigado por la Justicia como presunto sicario de una organización, en un doble homicidio ocurrido el 30 de marzo de 2019 en el barrio Tres Ombúes. Las víctimas eran otros dos miembros de la barra de Nacional, Rafael de Ávila, alias “Negro Rafa” y Federico Díaz, alias “Bebé”, que fueron encontrados en un auto incendiado, con varios disparos de arma de fuego.
Las víctimas del doble homicidio estaban acusadas por otro integrante de la barra de Nacional que estaba en Paraguay -que algunas fuentes de la investigación sostenían que era Marset- de robar 100 mil dólares de un cargamento de droga de su organización.
El 25 de abril de 2019, Lorenzo fue detenido junto a otros dos hinchas cuando regresaban de ver un partido entre Nacional y Atlético Mineiro, en Belo Horizonte, para ser investigados por el doble homicidio que era investigado por la fiscal de Homicidios Mirta Morales, pero solo fue condenado Carlos Cazenave y Lorenzo, junto a otro barrabrava de nombre Christian Suárez, quedaron en libertad, debido a que la fiscal no encontró evidencia en su contra para poder llevarlos a juicio.
Durante una audiencia en Fiscalía, Lorenzo y Cazenave dijeron ser nexos entre la barra y el Club Nacional de Football, que les pagaba $ 40.000 por cada partido.
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La camioneta en el que fueron incineradas las dos víctimas de sicariato.
Los nombres de los asesinados en Tres Ombúes habían sido mencionados por Marset, cuando este fue indagado en agosto de 2018 por el asesinato de Alfredo Rondán (un amigo suyo de la infancia en Piedras Blancas) en el balneario Las Toscas, a metros de la casa donde vivía Marset con su pareja (Gianina García Troche y sus hijos).
Si bien, los primeros indicios marcaban claramente la responsabilidad penal de Marset en el homicidio, que tenía que ver con un ajuste de cuentas por la apropiación indebida de un cargamento de droga -según afirmó a Caras y Caretas una de las fiscales intervinientes-, audios clave de la investigación fueron extraviados y Marset fue sobreseído por falta de pruebas, ya que nunca se encontró el arma utilizada para el crimen y porque Marset tenía una coartada: estaba reunido con el agente de la Brigada Antidrogas, Alejandro “Pollo” Román.
La causa terminó archivada, sin culpables, después de que la fiscal Cristina Falcomer solicitara el sobreseimiento de Marset en 2020, al considerar que no existían pruebas suficientes para vincularlo con el homicidio. Por ese entonces Marset ya estaba instalado en Paraguay.
Al respecto, esta semana, luego de una larga investigación solicitada por el exfiscal de Corte, Juan Gómez, la Fiscalía informó que la investigación realizada por Federico Oyhanarte tuvo como consecuencia el sumario de una funcionaria de la Fiscalía de Atlántida por la desaparición de pruebas que, según se presume, podrían ser clave para esclarecer el homicidio de Rondán. El archivo extraviado contenía el audio de la declaración de Marset en la causa.
La rapiña a un camión paraguayo que transportaba cocaína
El 10 de junio de 2019, Lorenzo fue imputado a pedido de la fiscal Serrana Corsino por rapiñar 12 kg de cocaína de un camión con matrícula paraguaya que transportaba 45 kg de la droga por la Ruta 3, que fue abordado por Lorenzo y otros hombres vestidos de policías (entre los que estaba Carpani) a la altura del kilómetro 203, 500 metros adelante de un puesto policial que esperaba detener al camión proveniente de Paraguay con la droga, tras un trabajo de Inteligencia.
Finalmente, la Policía detuvo a Lorenzo y a Carpani, que habían logrado escapar hacía la ciudad de Trinidad (Flores) en una Ford Ranger. Junto a los detenidos, hallaron los 12 kg de droga que habían robado, además de armas de grueso calibre.
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Armas y ladrillos de cocaína incautados en la detención de Lorenzo y Carpani en 2019.
Tras ser detenido, el camionero paraguayo dijo que cobraría US$ 5.000 por el viaje y que no sabía qué transportaba, debido a que no realizó la carga. Por su parte, uno de los detenidos en Flores confirmó a la Fiscalía que habían aceptado ser parte del asalto al camión procedente de Paraguay, tras recibir una promesa de US$ 40.000.
La Justicia condenó a ambos por ese hecho, luego de un acuerdo abreviado, por seis años de penitenciaría por asociación para delinquir, rapiña especialmente agravada, tráfico interno de armas y narcotráfico en modalidad de transporte.
El asesinato de "La Cocona"
Otro uruguayo que formaba parte de la banda que intentó robar la sucursal del Banco Macro en San Isidro fue asesinado a sangre fría a mediados de agosto en Canelones por parte de un grupo comando que entró a su casa haciéndose pasar por policías, simulando un allanamiento.
El acribillado se llamaba Diego Nicolás Cardozo Merladet, alias "La Cocona", y contaba con un extenso prontuario de robos a viviendas, tanto en Uruguay como en Argentina.
Las fuentes de la investigación consultadas por La Nación indicaron que Cardozo Merladet habría tenido un rol importante en la preparación del frustrado golpe.
En 2023, según los registros migratorios, La Cocona llegó a Argentina con el resto de los delincuentes investigados. “Tenía lazos y conocimientos en el país”, sostuvo un detective que participa de la investigación.
Explicó que Cardozo Merladet “participó en la confección de los contratos para alquilar las dos propiedades elegidas en San Isidro por la banda para preparar y planificar el túnel”, que iba a permitir que la banda pudiera acceder a la sucursal bancaria situada en Chacabuco 444.
La principal hipótesis de los investigadores argentinos es que Cardozo Merladet fue asesinado por haber cometido el grave error de elevar la varilla que impactó en la camioneta del repartidor, que luego alertó a la Policía. Aunque no descartan que tenga que ver con aspectos económicos relacionados a los cosotosos trabajos preparatorios del frustrado robo.