Durante la visita del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, a Washington, algunos congresistas estadounidenses expresaron su desacuerdo y escepticismo respecto a la solicitud de mayor apoyo para Ucrania. El senador Mike Lee afirmó que no aceptará órdenes de Zelenski y destacó que no es responsabilidad del mandatario ucraniano preocuparse por los intereses de Estados Unidos.
Hacete socio para acceder a este contenido
Para continuar, hacete socio de Caras y Caretas. Si ya formas parte de la comunidad, inicia sesión.
ASOCIARMECaras y Caretas Diario
En tu email todos los días
"¿Así que nadie podría tener una razón legítima para estar en desacuerdo con Zelenski? Se me ocurren muchas razones legítimas (...) No es tarea de Zelenski preocuparse por los intereses de EEUU. Pero sí lo es la nuestra, y no recibiremos órdenes de él", aseguró el senador Lee.
La congresista Marjorie Taylor Greene también aprovechó la visita para señalar la falta de interés de Estados Unidos en apoyar un acuerdo de paz entre Rusia y Ucrania. En sus redes sociales, Greene resaltó la ausencia de discusiones sobre un tratado de paz y sugirió que la Casa Blanca preferiría la guerra en lugar de la paz.
"Con Zelenski en la ciudad [de Washington] y el dinero de Ucrania agotándose, ¿por qué nadie en EEUU habla de un tratado de paz con Rusia? Respuesta: la Casa Blanca quiere la guerra, no la paz", destacó Greene.
La congresista republicana criticó previamente el financiamiento a Ucrania, calificándolo como un acto de "estupidez y horrible irresponsabilidad de los líderes estadounidenses". En sus mensajes, Greene instó a centrarse en problemas internos, como la deuda astronómica y la seguridad fronteriza.
La visita de Zelenski a la Casa Blanca se da en un contexto de escepticismo tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea sobre el futuro apoyo a Ucrania.
Los miembros del Partido Republicano bloquearon un proyecto de ley demócrata que buscaba financiar la escalada bélica en Ucrania, una propuesta que enfrenta resistencia no solo en el legislativo sino también entre los votantes, quienes pronto renovarán la presidencia.
El proyecto contemplaba más de 100.000 millones de dólares en ayuda financiera tanto a Ucrania como a Israel, involucrado en un asedio militar en la Franja de Gaza.